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Restos de la antigua Iglesia San Caprasio
Photo © Alessio Grazi
Photo © Alessio Grazi

Aulla

Pequeña franja de tierra entre dos ríos, enlace fundamental de Francígena

Aulla se encuentra en Lunigiana, a pocos kilómetros de la frontera con Liguria, en una estrecha franja de tierra en la confluencia del río Magra y el torrente Aulella, lugar decisivo para la vida civil y religiosa de toda la zona antes del año 1000. En aquella época, Aulla ya era un pequeño pueblo y su importancia estaba vinculada a su posición central a lo largo de la Vía Francígena, tanto como camino de peregrinación como arteria comercial. El centro del pueblo desempeñaba un papel importante en la defensa de los caminos que conducían de Lucca y Liguria al Paso de Cisa.

Qué puedes ver en Aulla

El monumento más antiguo de Aulla es la Abadía de San Caprasio, cuya primera construcción data del 884. En el interior del complejo se encuentra el Museo del Peregrino de San Caprasio, donde se pueden apreciar los hallazgos de las recientes excavaciones arqueológicas que descubrieron la tumba del Santo en 2003. En la bóveda del claustro se encuentra el fascinante "Evangelio de Piedra", una exposición de capiteles medievales encontrados aquí.

No te puedes perder la Fortaleza de la Brunella que debe su nombre a la colina sobre la que fue construida a mediados del siglo XVI. La fortaleza es un ejemplo típico de la arquitectura militar renacentista, diseñada para defenderse de los ataques utilizando armas de fuego. Se trata de una construcción casi cuadrada con grandes puntales poligonales, que hoy, después de una serie de restauraciones, alberga el Museo de Historia Natural de la Lunigiana, un parque de juegos infantiles y uno de los rarísimos cementerios italianos para mascotas.

El monumento más antiguo de Aulla es la Abadía de San Caprasio, cuya primera construcción data del 884. En el interior del complejo se encuentra el Museo del Peregrino de San Caprasio, donde se pueden apreciar los hallazgos de las recientes excavaciones arqueológicas que descubrieron la tumba del Santo en 2003. En la bóveda del claustro se encuentra el fascinante "Evangelio de Piedra", una exposición de capiteles medievales encontrados aquí.

No te puedes perder la Fortaleza de la Brunella que debe su nombre a la colina sobre la que fue construida a mediados del siglo XVI. La fortaleza es un ejemplo típico de la arquitectura militar renacentista, diseñada para defenderse de los ataques utilizando armas de fuego. Se trata de una construcción casi cuadrada con grandes puntales poligonales, que hoy, después de una serie de restauraciones, alberga el Museo de Historia Natural de la Lunigiana, un parque de juegos infantiles y uno de los rarísimos cementerios italianos para mascotas.

En los alrededores

Entre los lugares que hay que visitar fuera del centro histórico están los pueblecitos encaramados a las colinas como Bibola (Siglo VII), con los restos del Castillo que sobresalen a lo lejos, y Caprigliola (Siglo XII) con su elegante torre cilíndrica.

En la aldea de Pallerone se encuentra también el sugestivo pesebre mecánico, uno de los más antiguos de Italia. A pocos de éste se puede visitar un pequeño y sugestivo museo, donde se pueden admirar las piezas de las antiguas versiones de la representación sagrada, incluyendo el motor que la animó en el 1937 y una galería fotográfica que muestra los modelos antiguos.

Lunigiana es especialmente adecuada para los aficionados al senderismo y al ciclismo, que podrán seguir la Vía Francígena en los tramos Aulla - Pontremoli (Etapa 23) y Aulla - Sarzana (Etapa 24).

Entre los lugares que hay que visitar fuera del centro histórico están los pueblecitos encaramados a las colinas como Bibola (Siglo VII), con los restos del Castillo que sobresalen a lo lejos, y Caprigliola (Siglo XII) con su elegante torre cilíndrica.

En la aldea de Pallerone se encuentra también el sugestivo pesebre mecánico, uno de los más antiguos de Italia. A pocos de éste se puede visitar un pequeño y sugestivo museo, donde se pueden admirar las piezas de las antiguas versiones de la representación sagrada, incluyendo el motor que la animó en el 1937 y una galería fotográfica que muestra los modelos antiguos.

Lunigiana es especialmente adecuada para los aficionados al senderismo y al ciclismo, que podrán seguir la Vía Francígena en los tramos Aulla - Pontremoli (Etapa 23) y Aulla - Sarzana (Etapa 24).

Platos y productos típicos

Entre los platos típicos se encuentran las focaccette: panes planos de harina de trigo y maíz cocidos en "testi" de terracota y consumidos aún calientes acompañados de queso y embutidos, así como muchos otros platos locales como tarta de hierbas, panigacci, testaroli y platos dulces o salados elaborados con harina de castaña de Lunigiana DOP.

Entre los platos típicos se encuentran las focaccette: panes planos de harina de trigo y maíz cocidos en "testi" de terracota y consumidos aún calientes acompañados de queso y embutidos, así como muchos otros platos locales como tarta de hierbas, panigacci, testaroli y platos dulces o salados elaborados con harina de castaña de Lunigiana DOP.

Eventos

Uno de los mejores momentos para degustar las especialidades locales son las ferias que se celebran en pequeños pueblos como Vaccareccia, donde durante tres fines de semana de septiembre se pueden probar las típicas focaccette y otros platos tradicionales.

Uno de los mejores momentos para degustar las especialidades locales son las ferias que se celebran en pequeños pueblos como Vaccareccia, donde durante tres fines de semana de septiembre se pueden probar las típicas focaccette y otros platos tradicionales.

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