La Vía Francígena en Lunigiana

El viaje comienza en el Paso de Cisa (accesible en taxi o ProntoBus), un pasaje histórico entre Toscana y Emilia Romaña, ya utilizado por los romanos y los longobardos como comunicación entre el Valle del Po y el mar Tirreno. Un balcón con impresionantes vistas del Apenino Toscano-Emiliano y del valle del río Magra marca el inicio del itinerario, que continúa hasta el Monte Cucchero con vistas al pueblo de Gravagna y Valdantena.

Aquí, un pronunciado descenso conduce a las aldeas de Cavezzana d'Antena y Groppoli, hasta el cruce del arroyo Civasola por el "puente danzante". Se gana altura para encontrarse con el primer pueblo de Valdantena: Previdè, del latín "previdens = quien ve primero", antiguo punto de avistamiento.

Entre olivares en terrazas y viñedos, se llega a Groppodalosio y al puente del Valle Scura, símbolo de la Vía Francígena en Lunigiana, que aquí cruza las impetuosas aguas del río Magra. En la otra orilla, subiendo lentamente, se encuentran los pueblos rurales de Casalina, Versola y Toplecca, hasta llegar al Paso de Crocetta.

Aquí comienza el descenso hacia el pueblo encaramado de Arzengio, con su típica forma circular, y luego la llegada a Pontremoli donde el Castillo Piagnaro, que alberga el Museo de Estatuas Estela de Lunigiana, domina el pueblo construido en una península natural entre el río Magra y el río Verde, también reconocido como la "Llave y Puerta de Toscana".

Dónde puedes dormir: Albergue del Castillo Piagnaro y Albergue del Convento de los Padres Capuchinos.

Esta etapa es especialmente exigente por su longitud, pero ofrece unas vistas únicas del fondo del valle de Lunigiana.

Tras pasar por Pontremoli, en dirección al maravilloso Convento de la Santísima Anunciación, atravesamos rápidamente una zona industrial para entrar en el Municipio de Filattiera, con los característicos pueblos de Scorcetoli, Canale y Ponticello. Nos encontramos en el Área fluvial del Río Magra, un espléndido ejemplo de paisaje rural que acompaña al viajero hasta la Parroquia de San Stefano en Sorano, lugar de antigua frontera en tiempos de bizantinos y longobardos.

Continuando cuesta arriba, se pasa por el pueblo de Filattiera, capital medieval de los Marqueses Malaspina de Spino Fiorito, con su castillo y la Iglesia San Giorgio. Continuamos nuestro paseo por el bosque hasta llegar a Filetto, un maravilloso pueblo fortificado, y luego cruzamos el arroyo Bagnone hasta el pueblo encaramado de Virgoletta.

Después inicia el largo recorrido a través del bosque que conduce primero al pequeño pueblo de Fornoli y después al Castillo de Terrarossa. Siguiendo la reciente Vía Verde, se llega al centro de Aulla, bien representado por la Abadía y el Museo de San Caprasio, cofre milenario de antiguos tesoros vinculados a la religión y a la peregrinación.

Dónde puedes dormir: Albergue de la Abadía de San Caprasio.

En la presencia de la imponente Fortaleza Brunella, abandonamos Aulla. Tras cruzar el arroyo Aulella, se gana altura rápidamente hasta el encaramado pueblo de Bibola , donde la vista abarca desde el Apenino Toscano-Emiliano hasta los Alpes Apuanos.

El itinerario continúa por la carretera secundaria de asfalto hasta el pueblo de Vecchietto. Aquí se toma el camino que sube al Paso de Quattro Strade. Superando esta divisoria de aguas, se desciende hasta el pueblo de Ponzano Superiore, que ofrece un espléndido panorama del Golfo de los Poetas, al Parque de Montemarcello-Magra y la costa de Versilia.

Continuando cuesta abajo por fáciles caminos de tierra, entre bucólicos olivares, se encuentran  las ruinas del Castillo de Brina. Descendiendo aún más, se llega al Canal Lunense, grandiosa obra hidráulica del Siglo XIX al servicio del sistema de irrigación de la llanura de Luni, que acompaña al peregrino hasta las puertas de Sarzana, entre fortalezas y bastiones: una digna conclusión del espléndido itinerario de excursiones por Lunigiana.

Dónde puedes dormir: Albergue de la Parroquia del Carmine.