Toscana es un territorio con mil caras y un gran patrimonio natural: no por casualidad, de las playas a las montañas, es también la cuna de WWF en Italia.
Hay numerosos oasis protegidos donde se pueden admirar los animales en su hábitat natural y los paisajes que hacen especial esta zona. Fue aquí donde en 1967 WWF estableció en Italia su primer oasis, el del Lago de Burano, una antigua finca de caza. El siguiente fue el de Orbetello, y así sucesivamente, hasta llegar a los 17 actuales, en los que se refugian aves particulares en migración y viven especies protegidas.
Para que la visita a estos parajes sea extraordinaria basta con seguir los consejos de los guías de excursionismo medioambiental de WWF; podrás visitar observatorios de fauna, cabañas y pasarelas a lo largo de los itinerarios. Una experiencia ineludible al alcance de todos: son muchos los equipos y servicios para que los parques sean accesibles a personas con discapacidad: recepción específica, medios de transporte, senderos específicos y accesibilidad al centro de visitantes.
Descubrir estos oasis es una oportunidad apta para toda la familia, mayores y pequeños, especialmente para los aficionados a la observación de pájaros y de la naturaleza.
En el corazón verde de las montañas de Pistoia, en el municipio de San Marcello Piteglio, unas 1000 hectáreas de bosques, prados y entornos montañosos de infinita belleza están custodiadas por el Oasis Dynamo, área natural apoyada por WWF, conocida antiguamente como Cesto del Lupo. De coto de caza pasó a ser un ejemplo virtuoso de gestión medioambiental. Hoy alberga especies de fauna en libertad como lobos, ciervos, rapaces diurnas y nocturnas y muchas otras.
La Llanura Florentina alberga importantes oasis WWF a pocos kilómetros de Florencia.
El Oasis Val di Rose, en Sesto Fiorentino, creado en 1996 en colaboración con la Università di Firenze, protege una zona de 18 hectáreas con lagos, ciénagas y bosques, hábitat de muchas especies de aves migratorias, anfibios y reptiles.
En Campi Bisenzio, el Oasis Estanques de Focognano abarca 100 hectáreas y conserva la biodiversidad típica de la llanura, con numerosas especies de aves y entornos pantanosos restaurados.
En la zona de Valdinievole se encuentra el Oasis Lignana, que abarca 40 hectáreas entre los municipios de Pescia y Marliana (Pistoia). Esta zona de bosques, arroyos y prados es un importante corredor ecológico de los Apeninos y alberga aves rapaces como el halcón peregrino y especies raras de peces en los cursos de agua.
En la parte occidental del antiguo lecho del Lago de Bientina, entre Valdera y la Llanura de Lucca, más concretamente en Capannori, hay una zona pantanosa formada por un mosaico de hábitats naturales: el Oasis WWF Bosque del Bottaccio. Las zonas boscosas se alternan con praderas húmedas y cañaverales, un pequeño pero importante bosque de tierras bajas con una rica biodiversidad visible a lo largo del recorrido.
Las costas de Versilia, los montes Apuanos y Pisa no sólo son codiciados destinos costeros de relax, lujo y vida nocturna, pues también albergan plácidas zonas naturales con preciosos hábitats dunares –Dunas de Forte dei Marmi y Dunas de Tirrenia– y bosques retrodunares –Parque didáctico Ronchi y Bosque de Cornacchiaia en el Parque Regional de Migliarino San Rossore. Además de preservar paisajes hoy en día raros en la zona costera, custodian especies vegetales endémicas típicas de la vegetación mediterránea, entornos animados por especies raras de aves marinas y no marinas y muchas especies de mamíferos.
El espléndido litoral livornés, bañado por aguas cristalinas, está jalonado por dos zonas salobres, las Paludes de Bolgheri, en el municipio de Castagneto Carducci, y las Paludes Orti-Bottagone, en Piombino. Entornos con una biodiversidad muy rica: mamíferos, anfibios, aves, reptiles encuentran aquí su hábitat ideal, incluida la tortuga boba en las aguas marinas frente a las Paludes de Bolgheri.
La zona sur del Lago de Chiusi es un tesoro de biodiversidad protegido por el oasis WWF del mismo nombre. Alberga una de las mayores poblaciones de garzas reales del centro de Italia y numerosas especies de aves que se refugian durante la migración, como el avetorillo y la cigüeñuela.
En las laderas del volcán ya extinguido del Monte Amiata, cerca del pueblo de Roccalbegna, hay dos zonas de especial valor naturalístico: el oasis Capra Matilda , apoyado por WWF, y la reserva regional propiedad de WWF Bosque Rocconi, que se divide entre Roccalbegna y Semproniano. Pastos alternados con matorrales en la primera, bosques más extensos y maduros salpicados de altas paredes rocosas en la segunda, ambas zonas custodian hábitats silvestres y agrícolas de especial importancia y belleza.
En el sur de Toscana, el Lago de Burano, en Capalbio, fue el núcleo original de los oasis WWF en Italia. Zona pantanosa costera, incluida en una Zona Especial de Conservación que es también Zona de Protección Especial y Sitio Ramsar. Junto con el cercano Oasis WWF de la Laguna de Orbetello y, más al norte, el Oasis San Felice en Marina di Grosseto, el lago es un entorno fascinante pero frágil que hay que proteger, donde es posible avistar numerosas especies de aves y pasar largas jornadas con los prismáticos en la mano respetando la naturaleza.
Para más información: wwf.it