Raíces etruscas, restos romanos, testimonios medievales, obras renacentistas, hasta llegar al arte contemporáneo: las ciudades toscanas son lecciones de gusto e ingenio, son libros abiertos, páginas de historia. Once destinos ineludibles, con numerosas plazas, museos y monumentos, animados por eventos culturales y disfrutados con platos típicos. De forma pionera, allanaron el camino a estilos y arquitecturas que hoy enriquecen el mundo con un legado de incalculable valor.
A partir de Florencia, alma medieval, corazón renacentista y manos artesanas. Cuna de Dante, Giotto, Masaccio, Michelangelo, Botticelli, sede de los Uffizi y con un completo centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO. La ciudad de los paseos por las calles, los restaurantes típicos, los eventos culturales y las fiestas tradicionales.
Siena atrae con su tesoro arquitectónico yartístico, también protegido por Unesco, conquista con la vida y las tradiciones de las Contradas, sobrecoge con la emoción del Palio, ¡sacia con platos de pici y no deja escapatoria con sus postres!
Pisa es una parada imprescindible en cualquier viaje a la Toscana, con su pasado como República Marítima, las huellas de Galileo Galilei, la famosa Plaza de los Milagros (sitio de la UNESCO desde 1987) con su Torre Inclinada, museos y atracciones contemporáneas.
La"ciudad de las 100 iglesias" es Lucca, con sus jardines que crecen en las murallas e incluso en lo alto de una torre, su plaza elíptica construida sobre los restos de un anfiteatro, los eventos para los apasionados de la música y de los cómic.
La "ciudad de piedra encantada" es en cambio Pistoia, que seduce a los amantes del arte, las tradiciones y las carreteras menos transitadas. Y del blues.
Prato sorprende por su combinación de antiguo y contemporáneo, medieval e industrial, tradicional y vanguardista, de cantuccini y dulces azucarados con forma de melocotón.
El arte en el mar tiene el rostro cosmopolita de Livorno, la ciudad portuaria deseada por los Medici. Aquí, donde nacieron Amedeo Modigliani y Giovanni Fattori, se descubren terrazas con vistas al mar y canales donde navegar que también se convierten en escenario de competiciones históricas.
Arezzo es la patria de Giorgio Vasari, Francesco Redi y Francesco Petrarca. Ciudad de origenes muy antiguos, uno de los mayores Lucumos etruscos y, sucesivamente, un importante centro romano.
Al norte se encuentra Massa y Carrara. La primera, enclavada entre el mar y los Alpes Apuanos, conserva un ambiente medieval y joyas de arte y arquitectura. La segunda es famosa como la capital del mármol: el oro blanco ha moldeado la historia y el aspecto.
Descendiendo hacia Maremma, Grosseto, encerrada por un círculo medieval perfectamente conservado, ofrece a sus visitantes el privilegio de disfrutar de sus tesoros artísticos entre un paseo por la playa y un atardecer en el mar.
