
Carrara
Una idea suspendida entre Castillo Malaspina, lardo di Colonnata, el mar y los Alpes Apuanos


Si Carrara siempre ha sido conocida como la ciudad del mármol, es que hay una razón. La identidad de este antiguo centro, junto a los montes y al cercano mar de Liguria, siempre han estado vinculados a la piedra límpida que se extrae de las canteras de esta zona desde la época de los romanos. Desde entonces, nombrar Carrara significa evocar el mármol y las canteras, ese oro blanco tan conocido que atrae a los artistas de todas las épocas y lugares.
La parte más antigua de la ciudad estaba formada por la Parroquia Sant’Andrea, que luego se convirtió en la espléndida Catedral que en el siglo XIII estaba protegida por una recinto amurallado que también incluía la Rocca y el Municipio. El escudo e inclusive el nombre del municipio también estaban vinculados al mármol: efectivamente el símbolo de la ciudad representa la rueda, y lo mismo resulta ser el topónimo, que algunas personas piensan que deriva de Cararia, el "lugar de los carros", esos carros que se utilizaban para transportar los bloques de mármol. La rueda del escudo (también mencionada explícitamente en el hermoso rosetón del Duomo), está siempre asociada al lema: FORTITUDO MEA IN ROTA.
Para concluir con el panorama histórico, en el 1557 Alberico I Cybo Malaspina amplió y modificó el trazado de la ciudad, el nuevo recinto amurallado cerró desde ese momento también los pueblos externos fuera de las murallas medievales, Caffaggio y Grazzano, y adentro de la nueva delimitación fue realizada la hermosa piazza Alberica. En el siglo XIX la ciudad se expandirá por segunda vez y ello debido al desarrollo de la industria de la piedra. En el mismo siglo XIX se construyó un puerto para el transporte del mármol y un puente que se comunicaba primero con la estación de ferrocarril de Avenza y luego con la Ferrovia Marmifera, que conducía directamente a las canteras.
Una visita a Carrara debe comenzar por el Castillo Malaspina, una fortaleza que representó la independencia de la ciudad del poder de los obispos de Luni. De hecho, en el siglo XIII, las fuerzas laicas reforzaron la organización militar de la aldea consolidando la fortaleza. A lo largo de los siglos, la misma se ha transformado en una maravillosa residencia señorial, sede de la Academia de Bellas Artes desde el 1805.
Para conocer la historia y la vocación de la ciudad es fundamental ir a visitar el Museo Cívico del Mármol. Inaugurado en el 1982, su espacio de exposición se divide en seis secciones internas y un espacio externo que ofrecen al visitante una imagen compleja y fascinante del patrimonio local, empezando por la Arqueología romana y la historia del territorio hasta ilustrar las técnicas más innovadoras de la Escultura moderna de mármol y otros materiales.
No se puede decir que una visita a Carrara se ha completado si no has ido a visitar el Parque de los Alpes Apuanos, los picos que rodean la ciudad. Esta cadena montañosa, única por sus características, se expande por 60 km a lo largo de las zonas de Versilia, Lunigiana y Garfagnana, y es conocida, no sólo por la belleza de sus mármoles, sino también por los profundos abismos que se abren entre las montañas, por las sugestivas canteras y por las hermosas vistas que te permiten admirar el paisaje desde las blancas cumbres hasta el mar.
Atracciones
Qué hacer
El territorio
