Pontremoli es el pueblo más septentrional en Toscana y uno de los centros más característicos de Lunigiana. Situada en una meseta rodeada de colinas y montañas, la ciudad es un pequeño cofre de recuerdos artísticos y monumentales. Cruzar sus puentes medievales, atravesar el pavimento de sus calles es también una forma de viajar en el tiempo hasta llegar a una época mítica. De hecho, es opinión generalizada entre los historiadores reconocer en Pontremoli la mítica Apua, la antigua capital de la civilización Ligur-Apuana.
Confirmando esto, justo en Pontremoli en el Castillo de Piagnaro, se encuentra el Museo de Estatuas de Estelas, donde se conserva la hermosa serie de esculturas antropomórficas que representan el testimonio más importante de la prehistoria de Lunigiana.
Estas obras, misteriosas, fascinantes y enmarcadas en un contexto capaz de resaltarlas por el contraste entre las estatuas y las antiguas murallas del Castillo, han sido realizadas en un período que va desde la Edad del Cobre hasta la época de los romanos.
El significado de estos fascinantes hallazgos es una cuestión abierta aunque, según la tesis más conocidas, representarían deidades paganas masculinas y femeninas protectoras de los diversos aspectos de la vida humana.
Entre las principales atracciones en Pontremoli se encuentran la Catedral, proyectada en el siglo XVII por Alessandro Capra de Cremona, tiene una planta de cruz latina superada por una gran cúpula. El interior está iluminado por un espectacular sistema de iluminación al estilo "Ligure" y adornado con numerosos altares de mármoles policromados.
Caminando por el pueblo, seguramente te llamará la atención lo que se conoce como la Grande Campana, es decir la torre central de la muralla de Cazzaguerra, construida en el siglo XIV y que ahora es un verdadero símbolo de la ciudad.
La muralla que una vez dividió la antigua grande plaza central, fue construida por orden de Castruccio Castracani de Antelminelli, para mantener separadas las aldeas de los Güelfos y de los Gibelinos, que de esta manera, están confinados en diferentes partes de la ciudad. En el 1578 la torre fue transformada en campanario.
También vale la pena mencionar el Teatro de la Academia de la Rosa del siglo XVIII, construido por veinticinco familias nobles de Pontremoli, que constituye un ejemplo típico del teatro rococó y que es el más antiguo del área apuana.
También puedes visitar la Iglesia y Convento San Francesco , actualmente Parroquia de los Santos Giovanni y Columbano. El interior de la basílica se caracteriza por los estucados realizados en el siglo XVIII por el taller de Portugalli y conserva interesantes obras de arte, entre las que destacan el bajorrelieve de Agostino di Duccio que representa a la Madonna con el Niño, el Mueble Coral de madera de Luchino de Parma y el Éxtasis de San Francesco de Gianbettino Cignaroli.
Pasando por el centro se encuentra la Iglesia San Pietro, que es una de las más antiguas de Pontremoli, punto de referencia para los peregrinos que se desplazaban por la Vía Francígena. De hecho, desde aquí pasa la Etapa 23 desde Pontremoli hasta Aulla.
Apenas fuera del pueblo, también puedes visitar la grande Iglesia Santissima Annunziata dentro de la cual hay un hermoso templo de mármol policromado, obra de Sansovino.
Pontremoli es un punto de partida ideal para los amantes de la naturaleza que deseen explorar los verdes valles de Lunigiana.
Entre los varios recorridos naturalísticos es particularmente sugestivo el que pasa por el curso del río Magra y sus afluentes, donde se pueden apreciar hermosas vistas en una naturaleza incontaminada.
En las afueras de Groppodalosio, una fracción de Pontremoli situada más o menos a mitad del camino de la Vía Francígena, hay un característico puente románico construido en el 1574.
Lunigiana no sólo es una tierra de pueblos y castillos, sino que también esconde lugares naturales incontaminados y poco conocidos como los estrechos de Giaredo, una sucesión de cañones, donde se puede observar de cerca la magia de la piedra tallada por el torbellino de las aguas del torrente Gordana.
En el mes de enero, se celebra el Desafío de las Fogatas, una antigua rivalidad medieval con dos grandes eventos relacionados: la Fogata de San Nicolás y la Fogata de San Geminiano. Los festejos del "Dios del Fuego" se celebran a principios de año para invocar su presencia vital contra los fríos meses invernales. El fuego más alto gana el desafío y por lo tanto, la parroquia ganadora tendrá un año de cosecha muy fértil.
No se puede decir que ningún viaje a Lunigiana se ha terminado sin haber probado los deliciosos y diferentes sabores de la cocina típica de esta histórica tierra fronteriza. Pontremoli en particular es famoso por los testaroli un tipo de pasta preparada en "testi" de hierro fundido sobre el fuego, son muy apreciados también sus dulces típicos, como los exquisitos amor y spongata , un tradicional postre navideño preparado con nueces, avellanas, miel, almendras, piñones, chocolate y fruta confitada.
Tampoco te olvides de probar los pasteles de hierbas típicos de Lunigiana, como también la miel - reconocida nacionalmente con la marca DOP. Además, una excelencia de esta región es la Seta de Borgotaro IGP.
Los productos de la tradición no terminan aquí, para adentrarse en los sabores de Pontremoli debes probar algunos platos imperdibles de esta localidad.
