Si deseamos descubrir los lugares de Dante en las Tierras de Pisa, debemos empezar por la ciudad de la Torre Inclinada. De hecho, la primera parada del itinerario es en la Plaza de los Caballeros, que, en la época del "Ghibellin fuggiasco" (Gibelino exiliado, refiriéndose a Dante), se llamaba Plaza Sette Vie y era el centro político administrativo del lugar.
"Ah, Pisa, deshonra de la gente...".
El Canto XXXIII del Infierno de la Divina Comedia está ambientado en el círculo en el que se encuentran traidores como el Conde Ugolino de la Gherardesca, que desempeñaba importantes funciones políticas. Acusado de alta traición en la derrota naval de Meloria contra Génova, fue encarcelado junto con sus cuatro hijos en la Torre de Muda (luego llamada "del Hambre", como recuerda una placa), situada en la Plaza de los Caballeros. Nadie supo nunca lo que pasó realmente, pero cuando se abrió la puerta de la torre después de ocho meses, se encontraron cinco cadáveres comidos, posiblemente por las ratas.
Sin embargo, el verso " Poscia, più che 'l dolor, potè 'l digiuno" ("Luego, más que el dolor, me ha matado el hambre" ) que cierra la historia se presta a diferentes interpretaciones. Dante quería dejarnos en el misterio: ¿Ugolino, muerto y vencido por el hambre, se comió los cadáveres de sus hijos, o murió de hambre también él y de dolor?
En la Plaza de los Caballeros, además de la mencionada Torre, encontramos el Palacio de la Caravana, sede de la Escuela Normal Superior, fundada por Napoleón en el 1810, y la Iglesia Santo Stefano de los Caballeros, que conserva en su interior unas banderas arrebatadas a los Turcos en la batalla de Lepanto (1571).
Para la segunda etapa, nos alejamos unos 12 km, yendo hacia la costa, hasta Marina di Pisa.
El verso "...y hagan descargar en la boca del Arno» (para que se ahoguen sus habitantes) se refiere a la desembocadura del río (llamada "Bocca d'Arno") que desemboca aquí tras su recorrido de 240 km por Toscana. Desde la boca se puede disfrutar de espléndidos panoramas, que van desde el Parque Natural San Rossore Migliarino Massaciuccoli a la Montaña de Pisa, hasta los Alpes Apuanos.
Actualmente se encuentra la localidad balnearia de Marina di Pisa, con su puerto turístico, balnearios y un parque de aventuras para niños y jóvenes. El paseo marítimo se caracteriza por los edificios de estilo Modernista que recuerdan cuando a principios del siglo XX, el poeta Gabriele D'Annunzio pasaba aquí largas temporadas en la dulce compañía de la actriz Eleonora Duse.
Dejando Pisa y procediendo a lo largo de las laderas de la Montaña de Pisa, "por ello los pisanos no pueden ver Lucca", aquí está la majestuosa subida, en un espolón de roca, la Torre de los Upezzinghi, más conocida como Fuerte de Caprona, mencionada en el XXI canto dell'Inferno (versos 94-96):
"de la misma manera vi a los infantes temer
que salían de Caprona con los términos de rendición
viéndose sujetados por tantos enemigos
Con estas palabras, Dante recuerda el asedio victorioso de los florentinos en la batalla del 1289, en la que el propio poeta participó. Los versos son una referencia explícita al miedo que tenían las tropas de Pisa tras la rendición al ver el gran número de soldados florentinos.
El Fuerte se encuentra entre dos pequeñas y hermosas localidades como son Calci, donde se encuentra la Certosa Monumental y el Museo de Historia Natural con el más grande acuario de agua dulce de Italia, y Vicopisano, con sus 13 casas-torre y la inexpugnable Fortaleza de Brunelleschi.
"Soy el que tenía las dos llaves de la corona de Federigo..." Las referencias a San Miniato se encuentran en el canto 13 del Infierno, en el "bosque de los suicidas". Dante cita el episodio de Pier delle Vigne, consejero y secretario del Emperador Federico II. Acusado injustamente de traición, fue encarcelado y cegado dentro de la actual Fortaleza que domina el encantador centro histórico del pueblo.
Se dice que el hombre se suicidó golpeándose la cabeza contra la pared de la celda o, tal vez, arrojándose desde la cima de la Fortaleza misma. Alighieri dio una versión compartida en su momento por varios comentaristas, entre ellos el primero, Francesco di Bartolo, natural del pueblo de Buti.
San Miniato estaba situado en la Edad Media a lo largo de la Vía Francígena y controlaba gran parte del tráfico comercial en Toscana. Además de contar con un sistema museístico de edificios civiles y religiosos que recuerdan su pasado como ciudad imperial y episcopal, hoy es un presidio de "slow food" y sobre todo de la excelente trufa blanca. En noviembre se celebra con una feria mercado de tres fines de semana que cada año incluye un interesante programa de iniciativas culturales, gastronómicas y vinícolas.
