
Una de las metas preferidas por quienes desean descubrir un rincón de Toscana clásica y a la vez auténtica, es desde siempre Fiesole: de su colina la vista de Florencia es inolvidable.
Aristocrática y apartada, Fiesole es una ciudad secreta, formada por bellas villas renacentistas, paseos bordeados de cipreses, jardines y una notable zona arqueológica, testimonio del pasado antiguo de la ciudad, de origen etrusca, que ya estaba en pleno auge cuando aún no había rastros de Florencia. De hecho, para conocer Fiesole, vale la pena iniciar de las importantes evidencias de su remoto pasado en el área arqueológica, en cuyo centro se encuentra un hermoso teatro de la época romana que todavía se utiliza como sede de la refinada temporada de conciertos del Verano de Fiesole.
En Fiesole puedes también visitar la Catedral San Romolo, con su estilo románico y fácilmente reconocible gracias al característico campanario en forma de torre, el Palacio Episcopal, fundado en el siglo XI y reconstruido en el siglo XVII, y la antigua Iglesia Santa Maria Primerana, construida sobre cimientos etruscos y ampliada en la Edad Media. En el camino hacia la antigua acrópolis, se encuentra la basílica San Alessandro, y la iglesia con el convento y el Museo Misionero San Francesco.
La hermosa naturaleza circundante transforma Fiesole en un lugar ideal para realizar hermosos paseos, por ejemplo a la Montaña Ceceri o Caldine.
No hay que perderse el Museo cívico Arqueológico, que documenta la historia de la ciudad y su territorio, el Museo Bandini, donde se puede admirar la colección del canónigo homónimo y la Capilla San Jacopo, que además de los frescos se encuentra allí una colección de pinturas, cruces y orfebrería litúrgicas.
En Fiesole puedes también visitar la Catedral San Romolo, con su estilo románico y fácilmente reconocible gracias al característico campanario en forma de torre, el Palacio Episcopal, fundado en el siglo XI y reconstruido en el siglo XVII, y la antigua Iglesia Santa Maria Primerana, construida sobre cimientos etruscos y ampliada en la Edad Media. En el camino hacia la antigua acrópolis, se encuentra la basílica San Alessandro, y la iglesia con el convento y el Museo Misionero San Francesco.
La hermosa naturaleza circundante transforma Fiesole en un lugar ideal para realizar hermosos paseos, por ejemplo a la Montaña Ceceri o Caldine.
No hay que perderse el Museo cívico Arqueológico, que documenta la historia de la ciudad y su territorio, el Museo Bandini, donde se puede admirar la colección del canónigo homónimo y la Capilla San Jacopo, que además de los frescos se encuentra allí una colección de pinturas, cruces y orfebrería litúrgicas.
El Convento San Domenico se encuentra en el pueblo del mismo nombre, a las afueras de Fiesole. También llamado "Conventino" por sus humildes dimensiones, alberga obras de arte de inestimable valor, realizadas también por Beato Angélico que pintó el retablo del altar mayor de la iglesia.
Los amantes del senderismo y la naturaleza también pueden aventurarse en la Montaña Ceceri: además de los más bellos itinerarios de la zona, se puede descubrir un lugar "mágico" que ha fascinado a importantes autores como Gertrude Stein y Hermann Hesse y que ha inspirado al genial Leonardo da Vinci. De hecho, en el siglo XVI fue aquí donde el Genio vino a observar el vuelo de los pájaros: un estudio que consideró indispensable para el diseño de su mayor máquina voladora.
El Convento San Domenico se encuentra en el pueblo del mismo nombre, a las afueras de Fiesole. También llamado "Conventino" por sus humildes dimensiones, alberga obras de arte de inestimable valor, realizadas también por Beato Angélico que pintó el retablo del altar mayor de la iglesia.
Los amantes del senderismo y la naturaleza también pueden aventurarse en la Montaña Ceceri: además de los más bellos itinerarios de la zona, se puede descubrir un lugar "mágico" que ha fascinado a importantes autores como Gertrude Stein y Hermann Hesse y que ha inspirado al genial Leonardo da Vinci. De hecho, en el siglo XVI fue aquí donde el Genio vino a observar el vuelo de los pájaros: un estudio que consideró indispensable para el diseño de su mayor máquina voladora.
Todos los veranos se celebra el Verano de Fiesole (Estate Fiesolana), el festival que, desde el 1962, reúne en el Teatro Romano de Fiesole a los más grandes maestros del teatro, la música y el arte internacional.
En este marco se celebra también el Premio Fiesole a los Maestros del Cine, un evento que cada año acoge a ilustres directores y actores. Por último, el Premio Fiesole Narrativa Under 40 es una cita inexcusable para los amantes de la literatura italiana: la iniciativa tiene como objetivo promover a los nuevos escritores.
Todos los veranos se celebra el Verano de Fiesole (Estate Fiesolana), el festival que, desde el 1962, reúne en el Teatro Romano de Fiesole a los más grandes maestros del teatro, la música y el arte internacional.
En este marco se celebra también el Premio Fiesole a los Maestros del Cine, un evento que cada año acoge a ilustres directores y actores. Por último, el Premio Fiesole Narrativa Under 40 es una cita inexcusable para los amantes de la literatura italiana: la iniciativa tiene como objetivo promover a los nuevos escritores.
En las colinas de Fiesole se produce un aceite de oliva virgen extra de gran calidad: un ingrediente que enriquece muchas recetas típicas de la zona, como la ribollita, la pappa al pomodoro o la simple bruschetta.
No olvides probar una copa de Chianti Colli Fiorentini DOCG, el vino de gran cuerpo apreciado por la histórica familia de los Medici e ideal para acompañar platos de carne y carne de caza.
En las colinas de Fiesole se produce un aceite de oliva virgen extra de gran calidad: un ingrediente que enriquece muchas recetas típicas de la zona, como la ribollita, la pappa al pomodoro o la simple bruschetta.
No olvides probar una copa de Chianti Colli Fiorentini DOCG, el vino de gran cuerpo apreciado por la histórica familia de los Medici e ideal para acompañar platos de carne y carne de caza.