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Itinerarios bici

Camino circular Fiesolano, esencia de Toscana

En bicicleta desde el Convento de Montesenario hasta el parque de Villa Demidoff

Por unos 10 kilómetros pedalearemos entre ligeras subidas y suaves bajadas, hacia Olmo a lo largo de la Via Bosconi, en el corazón del territorio de Fiesole, un mar de colinas, síntesis de la honesta y antigua armonía entre el hombre y la naturaleza. Recorriendo el camino pronto veremos al sur las colinas de Fiesole que custodian la ciudad de Florencia, al oeste Montemorello y sus laderas que limitan el horizonte e invitan a nuestra mirada a descender al valle, hacia Mugnone, donde un mosaico de granjas y nubes de bosque, esparcido de caseríos y campanarios, se tiñe según la estación , de verde y gris, de amarillo, naranja y marrón. Al norte, a lo largo de la cima, Montesenario, con su monasterio, vigila el valle, un puesto de avanzada sobre Mugello y los Apeninos.

En el cruce llamado Quattro Strade, seguimos recto hacia Bivigliano, dejando el territorio del Municipio de Fiesole y entrando en aquel de Vaglia. Después de una curva cerrada a la derecha, una corta y empinada subida nos lleva a un nuevo, aireado y amplio mirador. Esta vez, al este, el Poggio Pratone (702 m), el punto más alto del territorio de Fiesole, y Montereggi son visibles por encima de la carretera que acabamos de recorrer. La vista invita a mirar la Catedral de Florencia inconfundible anuncia al viajero, hoy como antaño, la Ciudad de la Flor.

En la siguiente bifurcación, se gira a la derecha, cuesta arriba, hacia Montesenario, nuestro primer destino, a lo largo de la cresta divisoria con las colinas más amplias y onduladas de Mugello. En un paisaje premontañoso modelado por el viento, amplias praderas y luego pinos, castaños y abetos sustituyen a los olivos y cipreses. Inmersos en el silencio del denso bosque de abetos de Montesenario, la oscuridad anticipa la paz del monasterio donde la inesperada vista de los Apeninos distrae del esfuerzo que supuso llegar a la cima (809 m).

Al bajar del monasterio, no volveremos sobre nuestros pasos (o más bien, sobre nuestras ruedas) sino que giramos a la derecha en la bifurcación, todavía en dirección a Bivigliano. Una vez pasado el pueblo, continuamos nuestro itinerario que, por caminos secundarios y a través de verdes prados, nos lleva a pasar por la aldea de Caselline para luego incorporarnos a la SP 103 y llegar finalmente a Pratolino, donde podemos estirar las piernas paseando por uno de los parques románticos más bellos de Toscana, aquel de Villa Demidoff. La grandiosa villa original no ha resistido el paso del tiempo y el abandono de los hombres y fue demolida en el 1824, cuando el arquitecto paisajista bohemio Joseph Frietsch rediseñó el parque, creando uno de los jardines más fascinantes y extensos en Toscana, integrando en el verdor las antiguas estatuas, fuentes y artefactos que embellecían el parque de la villa, de acuerdo con la moda "romántica" de la época. Destaca por encima de todas ellas la famosa e imponente Fuente de los Apeninos, creada por Giambologna (Jean de Boulogne) en el 1579.

Una vez montados de nuevo en la bicicleta, sólo nos queda descender el valle hasta Pian di Mugnone (en Montorsoli, atención al cruce de la Via di Basciano, entre las casas de la izquierda), para afrontar la última subida que nos lleva de vuelta a nuestra encantadora Fiesole.

Versión actualizada de un itinerario creado por Giovanni Crescioli/FiesoleBike.it con motivo de los Campeonatos del Mundo de Ciclismo celebrados en Florencia en 2013.

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