Los orígenes de la Mortadella de Prato IGP se remontan al siglo XVI, un embutido tradicional que siempre ha sido uno de los ingredientes esenciales para el relleno de los tortellini de Navidad, pero también uno de los embutidos más populares.
Es un embutido con una historia humilde. Su peculiaridad proviene de las especias y de la adición de un licor de sabor antiguo: el Alkermes, licor que se utiliza únicamente para los dulces, muestra de ello son los tradicionales melocotones.
En los años 80 se relanza la producción y la receta, aún respetando la antigua tradición: se propone en una versión más ligera y adaptada a los gustos actuales.
La Mortadela de Prato IGP se puede degustar ligeramente templada o fría (en lonchas o en trozos), acompaña las tostadas de hígado y todos los demás aperitivos típicos de la Toscana.
La Mortadella de Prato está compuesta por una mezcla de carne de cerdo, sal marina, ajo, especias y alkermes, ensacada y cocida. Este embutido se caracteriza por un aroma penetrante y especiado con un toque de Alkermes, lo que determina el característico color rosa oscuro. El uso de Alkermes (licor rojo brillante teñido por la cochinilla llamada "el grano del tintorero"), recuerda los dos oficios antiguos de tintorero y carnicero.
La Mortadela de Prato IGP se produce y elabora en el territorio de Prato y en los municipios de Agliana, Quarrata y Montale (territorios de la provincia de Pistoia).
Info: www.mortadelladipratoigp.it