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Sabores

Mortadela de Bolonia IGP

Quesos y embutidos

La reina de los embutidos con una tradición secular a sus espaldas

La Mortadela de Bolonia es uno de los embutidos más famosos de la tradición gastronómica italiana. La etimología de la palabra se remonta a la época romana, "mortarium" o bien, mortero que se utilizaba para picar la carne de cerdo. Sin embargo, es a partir del Renacimiento cuando tenemos testimonios literarios de este producto. 

La zona de elaboración de la Mortadela de Bolonia IGP comprende Bolonia y el territorio de Emilia-Romaña, Piamonte, Lombardía, Véneto, provincia de Trento, Toscana, Las Marcas y Lacio.
Los orígenes de este producto hay que buscarlos en los territorios de la antigua Felsina etrusca y la Bonomia de Galli Boi, ricos en bosques de robles que proporcionaban excelentes bellotas a los numerosos cerdos locales. De estos cerdos procede la tradición de la Mortadela de Bolonia.

Fases de la elaboración

Las carnes utilizadas (el corte principal se obtiene principalmente de la paleta del cerdo) se selecciona cuidadosamente, se pica y se mezcla con el lardo (se utiliza la parte más consistente y preciada del cerdo: la grasa de la garganta), especias y aromas naturales.
Después la mezcla se embute y se cuece en hornos de aire especiales durante varias horas, en función del peso (el tiempo de cocción oscila entre 8 y 26 horas de media), hasta que la temperatura central de la Mortadela alcanza los 70°C.
Ésta es precisamente la fase más delicada, la que confiere a la Mortadela de Bolonia IGP su aroma y blandura.
La última etapa es la ducha fría y el enfriamiento.

Las carnes utilizadas (el corte principal se obtiene principalmente de la paleta del cerdo) se selecciona cuidadosamente, se pica y se mezcla con el lardo (se utiliza la parte más consistente y preciada del cerdo: la grasa de la garganta), especias y aromas naturales.
Después la mezcla se embute y se cuece en hornos de aire especiales durante varias horas, en función del peso (el tiempo de cocción oscila entre 8 y 26 horas de media), hasta que la temperatura central de la Mortadela alcanza los 70°C.
Ésta es precisamente la fase más delicada, la que confiere a la Mortadela de Bolonia IGP su aroma y blandura.
La última etapa es la ducha fría y el enfriamiento.

Gastronomía

La Mortadela de Bolonia se puede consumir de diversas maneras: saboreándola recién cortada con pan caliente, para enriquecer las ensaladas y como ingrediente en los rellenos (de carne o también en la pasta fresca).

Una excelente combinación es también con verduras frescas y queso.

La Mortadela de Bolonia se puede consumir de diversas maneras: saboreándola recién cortada con pan caliente, para enriquecer las ensaladas y como ingrediente en los rellenos (de carne o también en la pasta fresca).

Una excelente combinación es también con verduras frescas y queso.