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Montañas de Abetone

3 consejos para disfrutar del invierno en Toscana

¿Ya has planeado tus vacaciones de invierno?

Hay muchos deportes y actividades (culturales) que hacer en Toscana durante la temporada de frío y nieve. Esta es la región perfecta para pasar tu tiempo libre, de muchas maneras diferentes y para todos los gustos: si eres enérgico o te sientes perezoso, un amante del arte o de la naturaleza, sencillo o adicto a las compras. Nos gustaría darte algunos ejemplos de cómo puedes divertirte y relajarte aquí, en invierno.

Índice
  • 1.
    Esquí
  • 2.
    Disfrutar de los Spas
  • 3.
    Visitas a museos y exposiciones
1.

Esquí

Abetone
Abetone - Credit: Viva Toscana Flickr page

Si comenzamos nuestro tour desde el noroeste, nos encontramos con Zum Zeri - Passo dei due Santi, en la Lunigiana (Massa Carrara), de 1.200 metros de altura, con 9 pistas de esquí de diferentes niveles de complejidad, tres remontes y un parque infantil. Un lugar ideal para las vacaciones en familia, el mayor valor de esta estación de esquí es su vista panorámica, un paisaje impresionante de montañas nevadas y del mar de la Liguria.

Un poco hacia el sur, la espectacularidad de la Toscana blanca se extiende hasta la Garfagnana, que conecta los Apeninos con los Alpes Apuanos. Esta zona ofrece un conjunto de aldeas y vistas naturales que muestran el inmenso patrimonio histórico y cultural de nuestra región. El complejo turístico de la Garfagnana incluye Careggine, Casone di Profecchia y Passo delle Radici, con 15 kilómetros de pistas de esquí para la disciplina alpina y 30 kilómetros para el descenso.

A solo una hora de Florencia, se encuentra una de las estaciones de esquí más importantes de Italia: Abetone, en las montañas de Pistoia (1.288 metros). Ofrece 60 kilómetros de pistas de esquí con 21 modernos sistemas de remontes. Sus cuatro valles - Val di Luce, Valle dello Scoltenna, Valle del Sestaione y Val di Lima - son el lugar perfecto para los amantes de los deportes de invierno a gran altura. Además de ilustrar su distinguido estatus, Abetone ha sido el lugar elegido para varios desafíos europeos e incluso para la copa del Campeonato del Mundo.

En las montañas de Pistoia, encontramos también Cutigliano. Desde allí podemos llegar a la estación de esquí de Doganaccia, en teleférico. Perfecto para el esquí y el snowboard, dispone de 15 km de pistas con 6 ascensores de esquí para transportar a los visitantes. El área de deportes de invierno está situada entre 1.446 m. y 1.795 m.

En el sur de la Toscana, podríamos visitar el Monte Amiata (1.738 metros de altura), un volcán situado en el bosque de hayas más grande de Europa, dentro de las provincias de Grosseto y Siena. 12 pistas de esquí que se extienden a lo largo de 10 kilómetros, que se pueden conquistar a través de 8 remontes. Además, si prefieres el esquí nórdico al descenso, hay 10 kilómetros de pistas dedicadas a esta disciplina. En la cima, se puede disfrutar de la hermosa vista de las colinas de Siena, la Maremma e incluso de un pequeño trozo del Mar Tirreno.

1.

Disfrutar de los Spas

Saturnia
Saturnia - Credit: Jarle Refsnes on flickr

Nuestro tour debe comenzar desde Montecatini Terme (Pistoia), considerada la principal ciudad balnearia de Italia. Sus aguas de manantial son ricas en minerales preciosos, utilizadas, con fines terapéuticos, desde el Imperio Romano. En la actualidad, está bien equipada para unas vacaciones relajantes, con sus nueve centros termales, 200 hoteles, 460.000 metros cuadrados de parque y elegantes tiendas. Los primeros establecimientos se construyeron entre los siglos XIV y XV, pero la estructura actual se remonta a la segunda mitad del siglo XVIII. Gracias a sus aguas curativas, Montecatini alcanzó su máxima notoriedad durante el siglo XX. La época de la Belle Époque también contribuyó a definir el aspecto de las termas, decoradas con el estilo Art Nouveau.

Yendo hacia el sur, encontraremos Gambassi, en el corazón de la Toscana, cerca de la región de Valdelsa, entre colinas cubiertas de cipreses, olivares y viñedos. Esta antigua localidad -también famosa por la producción de vidrio- fue habitada por Etruscos y Romanos antes de convertirse en un destino de paso para los peregrinos de la Vía Francígena en la Edad Media. En Gambassi encontramos un hermoso resort con un edificio recientemente restaurado, donde las piscinas dispensan aguas Salsa di Pillo curativas.

A lo largo de la Vía Francígena, también encuentras Bagno Vignoni, a solo 50 kilómetros de Siena. Sus baños termales fueron disfrutados, primero por los romanos, y luego se popularizaron, gracias a su posición, entre los peregrinos cristianos que viajaban hacia Roma y solían detenerse allí para descansar. En el centro de Bagno Vignoni, en la piazza delle Sorgenti, hay una piscina natural rectangular, de 49 metros de largo, de aguas vaporosas. Actualmente no te puedes bañar en ella, pero es una vista maravillosa y una evidencia del pasado de la zona. La fuente volcánica de Bagno Vignoni ofrece una amplia gama de terapias, incluyendo baños de barro, indicados para varias formas de artritis y reumatismo.

No muy lejos de allí, echa un vistazo a Chianciano Terme, situado entre Valdichiana y Val d'Orcia. Combina siglos de tradición con tecnologías de vanguardia centradas en la salud. Los parques termales de Fucoli y Acquasanta presumen de aguas beneficiosas para tratar enfermedades hepáticas. Durante la época romana, los poderes curativos de las aguas de Chianciano se convirtieron en una buena razón para instalarse en la zona, así se construyeron muchas villas a lo largo del camino. Hoy, Chianciano Terme es considerado uno de los mejores centros de salud de Italia, con más de 12.000 visitantes en un día cualquiera, acogidos por 200 estructuras de alojamiento diferentes.

Caminando por Val d'Orcia, terminamos en Bagni San Filippo, en la provincia de Siena, no lejos del Monte Amiata. Aquí hay constancia del uso de las aguas termales naturales, desde la Edad Media. El verdor de todo el entorno es abundante y el "Fosso Bianco", un arroyo blanco y calcáreo que desemboca en numerosas cascadas y pozas naturales, es a la vez caliente y frío: sus aguas tienen una temperatura de 25° a 52°. Estos baños están recomendados para las enfermedades respiratorias, y el barro natural que allí se encuentra va muy bien contra las enfermedades de la piel.

En la zona de la Maremma, en Toscana, entre el Monte Amiata y las colinas de Albegna, encontramos un hermoso regalo de la naturaleza, un lugar llamado Terme di Saturnia. Sus baños termales, con agua caliente a 37°, piscinas naturales y las Cascate del Mulino, se componen de cinco áreas diferenciadas: hidroterapia, belleza, control del estrés, nutrición y fitness. Después de un baño, te invitamos a conocer varios lugares como la Iglesia Santa Maria Maddalena, construida durante la Edad Media sobre los restos de un templo romano.

1.

Visitas a museos y exposiciones

Centro de Arte Contemporáneo de Pecci
Centro de Arte Contemporáneo de Pecci - Credit: Claudia D’Aliasi

Empezando por Florencia, el Palazzo Strozzi suele albergar notables exposiciones protagonizadas por obras de artistas italianos e internacionales. Desde las obras de los maestros del Renacimiento, hasta retrospectivas sobre artistas contemporáneos, las exposiciones del Palazzo Strozzi satisfarán, definitivamente, tu sed de belleza y cultura.
Cuando estés en el Palazzo Strozzi, no olvides echar un vistazo al área del Centro de Cultura Contemporánea Strozzina, que también propone exposiciones temáticas.

En Florencia también puedes visitar el Museo Novecento, dedicado al arte italiano del siglo XX. Ofrece una selección de 300 obras ubicadas en 15 áreas diferentes. Aquí también encuentrarás una sala de estudio, un gabinete para dibujar y una sala para conferencias. El museo se encuentra en la antiguo Spedale di San Paolo, en la plaza Santa Maria Novella.

Si vas a Prato, no te puedes perder el Centro de Arte Contemporáneo Pecci, que reabrió sus puertas en 2016, después de un período de renovación masiva (el arquitecto holandés, Maurice Nio, ha añadido una extensión ultramoderna al edificio original, dándole la apariencia de una nave estelar futurista). El Centro Pecci cuenta con una colección de más de 1.000 obras de arte, que van desde los años 50 hasta la actualidad, y también alberga importantes exposiciones temporales.

Nuestro viaje podría ser más largo, pero por ahora, la última parada es Pisa, donde es obligatoria la visita al Palazzo Blu. Este lugar, situado en el Lungarno, a pocos metros del Ponte di Mezzo, alberga periódicamente exposiciones temporales. Aquí tienes algunos nombres: Escher, Dalí, Modigliani y Andy Warhol, son solo algunos de los célebres artistas que han inspirado a los visitantes del Palazzo Blu en los últimos años.

Si necesitas más ideas para enriquecer tus planes de vacaciones, consulta nuestro artículo sobre Mercados navideños.

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