El encantador pueblo de Bagno Vignoni, a pocos kilómetros de San Quirico d'Orcia, se ha desarrollado en torno a su más que particular "plaza de agua": una gran pila de la que manan las famosas aguas termales, conocidas desde la antigüedad gracias a su proximidad a la Vía Francígena.
Las aguas de Bagno Vignoni brotan a una temperatura de unos 49° y ya eran apreciadas por sus propiedades curativas en la época romana: a partir de 1170 se han venido utilizando para tratamientos balneoterapéuticos y con lodos.
En la Edad Media, Bagno Vignoni gozó de gran fama y allí se alojaron personajes ilustres como Santa Catalina de Siena y Lorenzo de Médicis.
Hoy en día, Bagno Vignoni sigue siendo uno de los lugares más sugestivos de Toscana. Al ponerse el sol, cuando los vapores del agua comienzan a elevarse y a envolver los bordes de piedra de la pila, el espectáculo es realmente fascinante y se respira una atmósfera intemporal.
Aunque ya no es posible sumergirse en las cálidas aguas de la antigua piscina, sí se puede disfrutar de baños y curas termales en los establecimientos afines.