El itinerario trazado por la Via Lauretana es un símbolo de perfección: trayectorias super sabrosas, dispuestas con elegantes subidas y bajadas, rodeadas de un paisaje ganador de un premio Oscar. En el territorio de Crete Senesi se fotografía una de las postales de colinas más bellas de toda Toscana, todo ello desde la comodidad de la silla de la motocicleta.
Ajusta tu GPS: Taverne d'Arbia, Vescona, Asciano, Casabianca, Sinalunga
Con sólo pronunciar la palabra "Toscana", el imaginario colectivo ya está ahí: una suave colina, una granja aislada y una larga avenida de cipreses alineados como soldaditos de juguete para llegar hasta allí. Imágenes sencillas que cuentan la historia de Crete Senesi: una mágica zona de colinas al sureste de Siena, cuya composición arcillosa se debe a su pasado como cuenca marina. Esta área en particular incluye: Asciano, Buonconvento, Monteroni d'Arbia, Rapolano Terme y San Giovanni d'Asso.
Todos rincones donde Toscana se enorgullese de su territorio, como la Vía Lauretana: uno de sus lugares más bellos. Saliendo de la carretera E78, de Taverne d' Arbia hasta Arbia swe llega enseguida. El itinerario presenta de inmediato kilómetros realmente preciosos y un asfalto que da confianza. Geometrías aún tímidas introducen a Toscana de excelencia, navegando entre suaves colinas onduladas. Entre conducir y mirar, nuestra atención la utilizamos al máximo, pero el resultado es único. A intervalos casi regulares, a derecha e izquierda, se bifurcan invitantes caminos blancos que apuntan hacia las granjas cercanas.
Cerca de Staffoli, a la derecha, un escenario de cipreses indica el camino hacia el Castillo de Leonina: ¡que maravilla! Los adjetivos no bastan para describir la Vía Lauretana, hacen falta prefijos: super, arci, ultra, hyper... ¡Precioso! En Mezzavia se recorre la cresta, apreciando aún más la vista del pueblo de Mucigliani. Con el manubrio en la mano, casi como un timón, te deslizas por los rápidos de asfalto a la espera de numerosas curvas cerradas.
Pasado Vescona (antigua casa solariega), a partir del km 9 llega el salto: Premoli frena la adrenalina y el descenso, y en Fontanelle, hay un banco panorámico en el km 11-IIX. Pievina, y su parroquia en el pueblo agrícola, ofrecen la bifurcación del camino hacia Badia a Rofeno: un destino poético. Entre viñedos y casas dispersas llega el puente sobre el río Ombrone, que anticipa Asciano.
A la derecha, los carteles invitan a llegar a las grandiosas arquitecturas de la Abadía de Monte Oliveto Maggiore; a la izquierda, un guiño a la épica carretera de tierra de Monte Sante Marie (por aquí pasa la Eroica, una histórica carrera ciclista); al otro lado del río, se entra en Asciano y se aparca frente a las antiguas murallas del pueblo. El centro histórico tiene numerosas iglesias y monumentos notables, como el Palacio Corboli con el Museo Arqueológico y de Arte Sacro.
De vuelta a la carretera, la primera bifurcación a la derecha lleva al encantador pueblo de Trequanda. El itinerario continúa por la carretera SP438 y todos los desvíos, a la izquierda, se dirigen hacia Rapolano y sus termas. Luego la carretera cambia de nombre: la ahora SP10/A mantiene la conducción animada, pero el paisaje no resiste la dura comparación... la magia de Crete Senesi es ahora un hermoso recuerdo en el retrovisor.
En Casabianca hay productos típicos para todos, mientras los viñedos DOCG preparan el gran final en un intento de revivir el paisaje perdido. Sinalunga decreta el "todos quietos" y muestra sus iglesias y el Palacio Pretoriano, con su fachada y torre de barro cocido toscano. Qué puedo decir: ¿es o no es un gran viaje?
