
3 lugares maravillosos de Valdichiana para visitar
Monte San Savino, el pueblo de Gargonza y Lucignano: algunas perlas conservadas en Toscana
Valdichiana es un valle de origen aluvial situado en el centro de Italia que incluye las dos provincias de Arezzo y Siena. El área de este itinerario es aquella de Arezzo donde brillan tres joyas históricas y arquitectónicas como el Monte San Savino, Gargonza y Lucignano. Por último, con ocasión de un viaje a esta parte de Toscana, es casi obligatorio detenerse en un buen restaurante o bien, en una trattoria característica: estamos en Valdichiana; la carne y el vino son atracciones que merecen por sí mismas una caminata.
Monte San Savino

En Monte San Savino son hermosos el Palacio Municipal, la Logia de los Mercaderes y el Jardín Colgante, situados a lo largo de la calle principal del pueblo y el Alcázar que es la sede del pequeño museo municipal compuesto de hermosas colecciones de cerámicas.
De hecho, la pequeña localidad es un punto de referencia para los oficios antiguos y las elaboraciones artesanales. Aquí puedes aprender más sobre el proceso de hierro forjado, así como comprar objetos hechos en el lugar.
Gargonza

No muy lejos, en medio de los espesos bosques, se encuentra el pueblo fortificado de Gargonza. La torre, la puerta de entrada, la pequeña plaza donde se asoma la Parroquia dedicada a los Santos Tiburzio y Susanna, constituyen el centro antiguo del Siglo XIV.
El Castillo de Gargonza es sólo uno de los numerosos castillos toscanos que cuenta con una larga historia. Ya en el área de Arezzo como dominio de los Contes Ubertini, en la época medieval fue objeto de disputas entre Güelfos y Gibelinos, como casi todas las fortalezas de la zona. En efecto, Dante Alighieri también pasó por aquí.
Gargonza es hoy en día un importante centro de agroturismo, el escenario ideal para organizar bodas, ceremonias y convenios.
Lucignano

El pueblo de Lucignano es verdaderamente único. Ha sido construido según un plan urbanístico elíptico, es decir, con numerosos anillos concéntricos conectados por cortos callejones, que culminan en la plaza central donde se encuentran la Iglesia San Francisco y la Colegiata.
Junto a la iglesia, hay un pequeño museo donde se custodia un hermoso relicario todo de oro y con piedras preciosas que tiene la forma de un árbol, por ello es llamado "Árbol de Lucignano o Árbol del Amor". En lo que se refiere a esta obra de arte se han transmitido, de generación en generación, algunas leyendas.
La primera sugiere que depositar las flores de la ceremonia de la boda al pie del árbol trae mucha suerte a los recién casados. En cambio, la segunda recomienda a las parejas que ya no son jóvenes, de ir hasta el árbol porque tiene virtudes afrodisíacas.
En el museo también se pueden admirar algunas hermosas pinturas de Luca Signorelli y Bartolo di Fredi.
