La Pieve di San Donnino en Villamagna –situada en el territorio de Bagno a Ripoli– hunde sus raíces en el siglo VIII, aunque el edificio actual data de la reconstrucción posterior en época románica.
A pesar de su función eclesiástica, a mediados del siglo XIII la parroquia se encontraba en una situación económica modesta, como atestigua un tributo de tan sólo 13 liras en 1276: de todos modos residía en ella un cabildo de sacerdotes con la tarea de administrar cinco iglesias sufragáneas.
Durante el siglo XIV se llevaron a cabo importantes obras de renovación, entre ellas el encargo de un políptico para el altar a Mariotto di Nardo en 1394.
En el siglo siguiente se enriqueció el interior con un nuevo altar dedicado a San Miguel.
El patronato de la parroquia medieval se confió directamente a los feligreses, que en 1640 promovieron la construcción de la capilla de la Compagnia di San Donnino y apoyaron una intervención de restauración centrada principalmente en la fachada.
En 1930 se llevó a cabo otra importante campaña de restauración con el objetivo de devolver al edificio su estilo original, eliminando las decoraciones barrocas añadidas en los siglos XVII y XVIII.
En el lado derecho de la iglesia se alza una elegante torre campanario, caracterizada por tres filas de ventanas ajimezadas y rematada por un campanario de época más reciente.
El interior conserva valiosos testimonios de la historia artística de la parroquia.
En la nave derecha, un tríptico de Mariotto di Nardo, fechado en 1395, representa a la Virgen con el Niño rodeada de ángeles y doce santos, entre ellos San Donnino –reconocible como un jinete acompañado de un perro– y el beato Gherardo da Villamagna, cuyos restos se conservan en la iglesia.
Las mismas figuras aparecen también en una pintura atribuida a Francesco Granacci, originario de Villamagna, arrodilladas junto a la Virgen.
En la misma nave, un retablo representa a la Virgen entronizada con los santos Juan Bautista, Nicolás, Miguel y Donnino, atribuido a la escuela de Ghirlandaio.
Las decoraciones pictóricas del altar son obra del Maestro di Signa, que pintó al fresco el luneto con la escena de la Natividad, el antependio con Cristo en la Piedad y Dios Padre, y el intradós del arco con los Evangelistas y los Santos Mártires.