Torrita de Siena

Torrita de Siena fue fortificada con un alto recinto amurallado, compuesta de torres cuadradas, de las cuales se pueden ver los restos que suben hasta el centro del pueblo. Se puede acceder al centro histórico, encerrado dentro de las murallas que fueron reconstruidas en el 1528, a través de una de las cuatro puertas: Gavina, en Pago, en Sole y Nuova.
Las cuatro puertas conducen a la Plaza Matteotti, el corazón del pueblo, donde se puede admirar la sede del Municipio, el Palacio Pretoriano y la antigua cisterna que suministraba agua a todo el pueblo.
No te pierdas la iglesia románica de las Santas Flora y Lucilla.  En su interior pudes admirar la luneta de mármol de la Sangre de Cristo. Una obra atribuida a Donatello y que probablemente data de la primera mitad del siglo XV. 

Entre los edificios religiosos se encuentran el Templo de la Virgen de las Nieves, construido en el 1525, la Iglesia Santa Cruz con su interesante interior barroco, la Iglesia de la Santísima Anunciación y aquella de la Virgen del Olivo, que es probablemente la más antigua en Turrita y que conserva una imagen de terracota de la Virgen considerada milagrosa.

Para capturar el pasado y el alma aún viva de este territorio de Valdichiana Senese, hay que recorrer sus calles y caminos de campaña, así como visitar sus iglesias, detenerse en sus plazas y degustar sus productos tradicionales.

No te pierdas el cercano pueblo de Montefollonico, con sus casas características. Este pueblo encaramado está todavía rodeado por antiguas murallas, que nos recuerdan que en el pasado era impenetrable, pero que ahora es una meta para viajeros apasionados.

A pocos kilómetros de Torrita de Siena surge también Montepulciano, una localidad famosa por su belleza medieval y renacentista y por su vino, que se puede degustar en las bodegas del centro histórico.

Los productos locales de artesanía y de la cocina autóctona son a menudo los protagonistas de los eventos y las ferias de la zona, pero el evento que más anima al pueblo de Torrita de Siena es el Palio de los Burros, que tiene lugar cada año a finales de marzo. Cada barrio del pueblo está representado por un burro elegido por sorteo. Cabalgando el burro, el jinete intenta llegar primero a la meta, pero los pronósticos son muy difíciles de acertar, porque la naturaleza del animal es realmente impredecible. Después de 4 vueltas, la carrera termina y el codiciado paño se entrega al barrio ganador, que lo lleva en triunfo hasta su propia sede.

En Montefollonico, una aldea de Torrita di Siena, en el mes de diciembre tiene lugar "¿Te gustaría saborear un poco de Vin Santo?", un evento dedicado enteramente al Vin Santo, donde también hay mercados dedicados a otros productos de esta zona. 

Las colinas que rodean esta área geográfica, se pueden recorrer a lo largo y a lo ancho, como encaminándose hacia el Sendero del Vin Santo, descubriendo este licor que en esta zona se produce en gran cantidad. Este itinerario en la naturaleza, que pasa por la campaña cultivada, permite conocer algunas curiosidades sobre Torrita y sus leyendas, hasta llegar al cercano pueblo Montefollonico. Un itinerario para descubrir la tradición del Vin Santo, un preciado vino licoroso, símbolo de la hospitalidad toscana.