Mulazzo se encuentra aferrada a las montañas de Lunigiana, famosa por la historia particular de los habitantes de la pequeña aldea de Montereggio. De hecho, desde mediados del Siglo XIX partieron (durante generaciones) con una cesta de libros sobre sus hombros y la intención de colonizar todo el centro y norte de Italia, llegando a todas las ciudades que aún no tenían librerías para abrirlas nuevas. Por esta razón, Montereggio es, en toda Italia, el único pueblo incluido en el circuito internacional de Book Town, una verdadera ciudad del libro de la que partieron las famosas familias de libreros de Fogola, Lazzarelli, Bertoni, Maucci, Tarantola y Giovannacci.
Tras contar la historia que más caracteriza la identidad del pueblo de Mulazzo, merece la pena descubrir algunos de los lugares más característicos del territorio. Entre los principales atractivos se encuentran los restos del castillo y del acueducto de los Malaspina, los de una torre bizantinay algunos palacios de marqueses.
El Centro de Estudios Alessandro Malaspina , de gran interés histórico, situado cerca de la torre medieval de Mulazzo, conserva materiales y documentos relativos a la familia Malaspina de Mulazzo, con especial referencia al navegante Alessandro Malaspina (1754-1810), que cuenta la historia de este gran personaje de Lunigiana, protagonista de un viaje alrededor del mundo y autor de importantes descubrimientos científicos.
Continuando nuestro viaje por Lunigiana, territorio que se identifica con el valle del río Magra, en la aldea de Groppoli encontramos el castillo, la villa y la iglesia encargados por la familia Brignole Sale de Génova y construidos según un proyecto de Matteo Vinzoni. En la localidad de Castevoli se puede admirar el poderoso pueblo de los Malaspina. En Campoli , hay una estatua estela que vigila el oratorio del pueblo. Una visita sugerida es la Madonna del Monte, desde la que se puede disfrutar de una facinante vista de Lunigiana y, en algunos días claros, del mar.
No dejes de visitar el ya mencionado Montereggio, un verdadero pueblo de libreros, desde el cual, hace aproximadamente un siglo, los libreros partieron con una cesta llena de libros sobre los hombros para vender libros en toda Italia, a veces incluso en España y en Francia. Inicialmente, los libreros de Montereggio eran exclusivamente vendedores ambulantes y vendían en tenderetes (y es precisamente por esta costumbre que se estableció el famoso Premio Bancarella (tenderete)). Hoy en día Montereggio se está convirtiendo en una ciudad completamente dedicada al libro y a la editorial.
Por último, mencionamos el antiquísimo Castillo Malaspina de Castevoli, que fue fundado en el año 1000 por los Este y pasó en el 1195 a los Marqueses Malaspina, que en el 1306 contaron con Dante Alighieri entre sus huéspedes . En el 1416, el edificio fue cedido a la República de Génova, y en el 1465 volvió a los Malaspina. En el 1561, se convirtió en un feudo autónomo bajo el dominio de Tommaso Malaspina. En el 1797, un levantamiento popular puso fin a la Señoría de los Malaspina y por los dos siglos sucesivos el Castillo estuvo abandonado. En el 1990, el pintor y escultor Loris Nelson Ricci, junto con su esposa, la suiza Erika H. End, reconstruyeron elantiguo castillo a partir de sus ruinas. Después de ocho años de impresionante restauración, el "nuevo" Castillo fue inaugurado en el 1998. En su interior se pueden apreciar esculturas, pinturas, diseños y proyectos arquitectónicos.
Desde el 1983, el histórico pueblo de Mulazzo acoge cada año, en el mes de agosto, el Premio Bancarel'VINO, un evento dedicado a los vinos y productos típicos de Massa Carrara. Numerosas empresas de promoción de la cultura vitivinícola participan en la iniciativa: una oportunidad de encuentro entre periodistas, profesionales y turistas.
En la aldea de Montereggio se celebra la Fiesta del Libro, el famoso festival cultural que anima el pueblo cada año con encuentros con escritores, debates y presentaciones.
En Mulazzo, como en toda Lunigiana, la castaña es la protagonista de la cocina y de las recetas locales. La harina de castañas se utiliza para hacer pan, pasta fresca y postres, como el famoso "castagnaccio". Además de estos productos tradicionales, podrás disfrutar de diversas delicias gastronómicas, como la torta de hierbas, los testaroli, el aceite de oliva virgen extra, los quesos y la miel.
