¿Quién de nosotros no ha oído hablar alguna vez de la legendaria espada clavada en la roca?
Se dice que esta famosa espada de se encuentra en Toscana, concretamente en el Eremo de Montesiepi , ermita que domina el paisaje, próxima a la inmensa Abadía de San Galgano, o al menos a lo que queda de la estructura original de la abadía.
La Abadía nos da la bienvenida a la Edad Media con su encanto y grandeza. Este espléndido ejemplo de arquitectura gótico-cisterciense italiana se caracteriza por la ausencia de tejado, que se derrumbó en el siglo XVIII debido al abandono y a las inclemencias del tiempo.
En las inmediaciones, en la colina de Montesiepi, se alza la ermita, con una pequeña capilla circular y una bóveda semiesférica con anillos concéntricos en dos tonos (terracota y mármol travertino). En su interior se encuentra una de las "reliquias" más fascinantes y misteriosas de toda la región: la espada clavada en la roca de San Galgano. Justo en el centro de la capilla, un espolón de roca que sobresale del pavimento de terracota tiene encastrada una espada, al parecer forjada hacia 1170.
La espada de San Galgano, una historia interesante. Cuenta la leyenda que Galgano Guidotti, nacido en Chiusdino en 1148 en el seno de una familia noble, tras una vida disoluta de diversión y caprichos, se convirtió al cristianismo tras la aparición del Arcángel San Miguel, haciendo el gesto simbólico de traspasar una roca con su espada, formando así una cruz con la empuñadura. A partir de ese momento, se convirtió en un hombre devoto, conocido en todo el territorio sienés, hasta que se retiró a una cabaña en el Monte Siepi. Cuando el santo murió en 1181, el obispo de Volterra ordenó que se le enterrara junto a la espada en la roca y que se erigiera allí una capilla. Así se construyó la Rotonda o Eremo de Montesiepi, ermita consagrada en 1185 y embellecida posteriormente con frescos de Lorenzetti.