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Templo del Brunello
Photo © orodimontalcino.it
Photo © orodimontalcino.it

Templo del Brunello

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Museos

En Montalcino, la tecnología más avanzada permite descubrir las maravillas del territorio a través de experiencias sensoriales y visuales

El vino, o mejor dicho, el Oro de Montalcino, es el protagonista absoluto del Templo del Brunello, un recorrido  inmersivo y emocional para descubrir al rey de los vinos y del territorio al cual pertenece.
Estamos en Montalcino, un pueblo enclavado en Val d'Orcia, entre pueblos, viñedos y vistas encantadoras.  
Oro di Montalcino es un proyecto destinado a valorizar el territorio y sus peculiaridades: el objetivo es dar a conocer mejor el pueblo a través de una experiencia completa que a partir del Brunello se abre hacia la historia, la arqueología, el patrimonio artístico, el paisaje y la promoción de todos los preciados productos de esta tierra generosa.

Templo del Brunello
Templo del Brunello - Credit: orodimontalcino.it

El Templo del Brunello se encuentra dentro del antiguo monasterio y monumental de Sant'Agostino, corazón milenario y cultural de la ciudad. Aquí puede comenzar tu visita al Museo Cívico y Diocesano para admirar la rica colección de estatuas de madera y "suelos de oro" de la escuela sienesa y los hallazgos etruscos de la sección arqueológica.
Pasando por el claustro descubierto, se desciende al auténtico Templo del Brunello: bajando por una escalera se percibe un cambio de profundidad y de clima, acompañadox por los inconfundibles sonidos de la bodega. 
En este primer espacio, este preciado vino se narra a través de vídeos inmersivos que evocan los cuatro pilares, los conceptos fundadores que han determinado su singularidad: el terreno, la biodiversidad de la tierra, el clima y el trabajo de la gente. 

Claustro Enoteca
Claustro Enoteca - Credit: orodimontalcino.it

De aquí se pasa al espacio sucesivo, llamado Cuadro Divino, donde el visitante puede dejar huella de su propia experiencia y desarrollar su creatividad, con las sensaciones y sugestiones recibidas en las salas precedentes. 
La tercera sala, sostenida por arcos ojivales cuyas formas recuerdan una copa invertida, es Calix: mediante la técnica del mapeo, se presentan obras maestras artísticas que describen la inspiración que la tierra de Montalcino ha sabido infundir en el hombre. 
Subiendo de nuevo, se llega a la luz del claustro abierto, donde se puede continuar la experiencia mientras se sorbea una copa de Brunello en la Enoteca. Sumilleres profesionales y un sumiller digital multilingüe captan los gestos y rituales que acompañan la cata, destacando las características organolépticas del Rosso y del Brunello de Montalcino. 

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