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La Reserva Natural Regional de Montenero
Photo © Regione Toscana
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La Reserva Natural de Montenero

nature
Elementos de la naturaleza

Paisajes escarpados, pequeñas cascadas y bosques verdes, un pequeño y próspero espacio natural en Alto Valle de Cecina

Un pequeño tesoro natural cubierto de vegetación se abre paso entre los campos arados del Alto Valle de Cecina. En el interior de Pisa se extienden unas 69 hectáreas de naturaleza salvaje en las que las especies vegetales y faunísticos prosperan libremente: la Reserva Natural de Montenero.

La reserva que protege este precioso entorno se creó en el 1997, junto con las otras dos reservas naturales del Alto Valle de Cecina, el Bosque de Berignone y el Bosque de Monterufoli-Caselli. Se encuentra en las colinas entre Volterra y San Gimignano, cerca de Ulignano, en las laderas del Monte Nero. El relieve bajo que se eleva en el Valle Alto de Era, del que toma su nombre la reserva, está surcado por profundos valles esculpidos por los cursos de agua, entre ellos el Torrente Strolla, que es también el creador de espectaculares paisajes naturales, paredes escarpadas cubiertas de frondosos bosques que se alternan con espolones de roca desnuda. Cascadas, barrancos boscosos y afloramientos ofiolíticos, rocas de color verde oscuro ricas en el mineral serpentina son algunas de las peculiaridades que enriquecen la reserva.

En el pasado, el Monte Nerón arriesgó ser objeto de excavcaciones: se proyectaba la creación de minas en sus entrañas para extraer oro, una actividad que habría dejado la zona estéril y sin vegetación. Sin embargo, algunos estudios desmintieron la falsa creencia de que allí se podía encontrar el preciado metal, y hoy es un exuberante espacio natural.

La reserva también presenta una red de senderos que permite explorarla en toda su belleza. El itinerario de senderismo más conocido, con razón, es el Itinerario circular de Montenero, un hermoso recorrido que conduce al descubrimiento de sus paisajes escarpados y sorprendentes, con miradores panorámicos que dominan todo el valle y desde los que es posible divisar, con un poco de suerte, algunas aves de rapiña revoloteando en el cielo.