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Altar Argénteo de San Jacopo

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Obras de arte

En la Catedral San Zeno en Pistoia se conserva la obra maestra de la orfebrería realizada en dos siglos

El altar de plata de San Jacopo está situado en la Catedral San Zeno en Pistoia, dentro de la capilla del Crucifijo o del Juicio. Es una admirable obra de orfebrería realizada entre los años 1287 y 1456, en la que participaron los más grandes artesanos y artistas de la época.

Su construcción está estrechamente relacionada a la adopción de San Jacobo Apóstol como patrono de la ciudad, en el siglo XII a instancias del obispo Atto, y que pasó por numerosas vicisitudes logrando completarlo en unos dos siglos, representando una maravillosa síntesis del arte sacro de diferentes autores y períodos históricos.

Una escena del altar
Una escena del altar
El altar de plata
El altar de plata

El culto al Apóstol San Jacobo - o bien, Giacomo, llamado Jacopo o Iacopo, uno de los doce apóstoles- fue introducido en la ciudad toscana en el 1145, cuando el Obispo de Vallombrosa Atto trajo la única reliquia del Santo en Italia, o bien, la cabeza. El altar de plata fue encargado precisamente para esta reliquia. Para Pistoia, convertida así en un cruce de la peregrinación hacia Galicia, significaba la apertura de horizontes internacionales y un floreciente crecimiento cultural.

El núcleo original del altar era un panel de plata del 1287 que representaba a los Doce Apóstoles. En el 1316, Andrea di Jacopo d'Ognabene recibió el encargo de realizar un nuevo panel compuesto por 15 cuadrados. En el 1349 ha sido anexada una gran estatua de plata de San Jacopo entronizada realizada por Giglio Pisano y en el 1361 se ampliaron los lados del altar. El lado izquierdo fue completado en el 1364 por los orfebres de Florencia Francesco Niccolai y Leonardo di San Giovanni, mientras que el lado derecho con las Historias de San Jacopo en nueve paneles fue obra de Leonardo di San Giovanni.

En el 1386 el orfebre Piero d'Arrigo Tedesco trabajó en el altar, mientras que entre los años 1394 y 1398 el pintor Giovanni di Bartolomeo Cristiani proyectó la coronación del frontal, realizado por el orfebre de Florencia Nofri di Buto y por Atto di Piero Braccini de Pistoia. 

En el siglo XV trabajó en el altar en el taller de Lunardo di Mazzeo y Piero di Giovanni da Pistoia, entre los cuales se encontraba también el joven Filippo Brunelleschi que debió haber tallado los dos bustos de los profetas Geremia e Isaia, Sant’Agostino y San Giovanni Evangelista. Luego Niccolò de Ser Guglielmo, Domenico da Imola y Piero d'Antonio da Pisa completaron el trabajo.