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Pieve Santo Stefano, Museo del Diario
Ciudades y pueblos

Pieve Santo Stefano

El pueblo medieval en Valtiberina amado por Lorenzo el Magnífico, conocido como la "Ciudad del Diario"

En las fronteras orientales del territorio de Arezzo para animar la primera ensenada del Tíber, se encuentra  Pieve Santo Stefanoconocido como la Ciudad del Diario.
La zona ha estada habitada desde la prehistoria, como atestiguan algunos hallazgos arqueológicos. Su posición a lo largo del río Tíber favoreció su desarrollo en la época romana porque de los bosques de Pieve, entonces llamado Sulpitia, eran los troncos que se utilizaban para construir la flota naval y los templos.

Sin embargo, permanecen muy pocos restos de su pasado, casi todo el pueblo fue arrasado por los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. Por lo tanto, todas las casas fueron reconstruidas en tiempos más modernos. La belleza del paisaje permanece inalterada, la naturaleza que rodea el pueblo, la buena comida, las numerosas pequeñas/grandes perlas en el territorio como la Ermita de Cerbaiolo, a lo largo de "los caminos de Francisco", pero también las numerosas Parroquias de las aldeas, con diversas obras artísticas presentes, entre ellas muchas terracotas vidriadas de la escuela de Robbia.

Un poco de historia

En la Edad Media, Pieve Santo Stefano ha visto sucederse varios dominios: primero los Florentinos, luego los Tarlati, hasta que se convirtió en la sede de un Vicariato en el 1545.
Bajo el gobierno de Lorenzo el Magnífico la pequeña ciudad disfrutó de su momento de máximo esplendor y se enriqueció con importantes obras de los della Robbia, como Jesús y la samaritana en el pozo  dentro del Palacio Municipal, de Piero della Francesca y de Ghirlandaio. Lamentablemente, gran parte de este invaluable patrimonio permanecerá sumergido en la inundación del 1855.

La historia más reciente de Pieve Santo Stefano está marcada por dos trágicos eventos , el primero es la ya mencionada inundación, en la cual se destruyeron muchos archivos y obras artísticas del lugar; el segundo fue la devastación causada por la retirada de las tropas alemanas, que minaron y destruyeron el centro histórico, en esa ocasión sólo se salvaron el Palacio Municipal y las iglesias. Rápidamente reconstruido, Pieve Santo Stefano en las décadas siguientes ha obtenido una nueva reputación como Ciudad del Diario.

Tal vez gracias al impulso de recuperar y fortalecer una memoria que afrontó arduos acontecimientos en los dos últimos siglos. En el 1984 nació de una idea del periodista y escritor Saverio Tutino, el Archivo del Diario Nacional que recoge miles de diarios, memorias y cartas.

En la Edad Media, Pieve Santo Stefano ha visto sucederse varios dominios: primero los Florentinos, luego los Tarlati, hasta que se convirtió en la sede de un Vicariato en el 1545.
Bajo el gobierno de Lorenzo el Magnífico la pequeña ciudad disfrutó de su momento de máximo esplendor y se enriqueció con importantes obras de los della Robbia, como Jesús y la samaritana en el pozo  dentro del Palacio Municipal, de Piero della Francesca y de Ghirlandaio. Lamentablemente, gran parte de este invaluable patrimonio permanecerá sumergido en la inundación del 1855.

La historia más reciente de Pieve Santo Stefano está marcada por dos trágicos eventos , el primero es la ya mencionada inundación, en la cual se destruyeron muchos archivos y obras artísticas del lugar; el segundo fue la devastación causada por la retirada de las tropas alemanas, que minaron y destruyeron el centro histórico, en esa ocasión sólo se salvaron el Palacio Municipal y las iglesias. Rápidamente reconstruido, Pieve Santo Stefano en las décadas siguientes ha obtenido una nueva reputación como Ciudad del Diario.

Tal vez gracias al impulso de recuperar y fortalecer una memoria que afrontó arduos acontecimientos en los dos últimos siglos. En el 1984 nació de una idea del periodista y escritor Saverio Tutino, el Archivo del Diario Nacional que recoge miles de diarios, memorias y cartas.

Qué ver en Pieve Santo Stefano

La mayor atracción del centro histórico es sin duda el Pequeño Museo del Diario, un archivo de diarios y recuerdos escritos que cuenta hoy con más de 10.000 ejemplares dejados aquí por los autores mismos, o por sus familias, para ser conservados y convertirse en agradables descubrimientos para los visitantes. 

No lejos del centro del pueblo, a la izquierda del río Tíber, se encuentra el Templete de Santa Maria de Colledestro , coronado por un puente de un solo arco, justo cerca de la fachada de la estructura octogonal del edificio sagrado.

Te aconsejamos visitar la antigua Ermita de Cerbaiolo, un monasterio benedictino del siglo VIII. En el 1216 la gente del lugar lo ofreció como regalo a San Francisco, que así pasó a ser propiedad de los Frailes Menores. Citando un dicho de esta gente: quien ha visto La Verna sin visitar Cerbaiolo, es como si hubiera visto la mamá sin ver a su hijo.

La mayor atracción del centro histórico es sin duda el Pequeño Museo del Diario, un archivo de diarios y recuerdos escritos que cuenta hoy con más de 10.000 ejemplares dejados aquí por los autores mismos, o por sus familias, para ser conservados y convertirse en agradables descubrimientos para los visitantes. 

No lejos del centro del pueblo, a la izquierda del río Tíber, se encuentra el Templete de Santa Maria de Colledestro , coronado por un puente de un solo arco, justo cerca de la fachada de la estructura octogonal del edificio sagrado.

Te aconsejamos visitar la antigua Ermita de Cerbaiolo, un monasterio benedictino del siglo VIII. En el 1216 la gente del lugar lo ofreció como regalo a San Francisco, que así pasó a ser propiedad de los Frailes Menores. Citando un dicho de esta gente: quien ha visto La Verna sin visitar Cerbaiolo, es como si hubiera visto la mamá sin ver a su hijo.

En los alrededores

El senderismo y los largos paseos son una de las mejores maneras de experimentar y renovar cada vez, en cada estación del año, la sensación de descubrimiento que Valtiberina Toscana ofrece a quienes saben mirarla. Con más de 500 km de senderos donde se puede combinar la historia, el arte y la naturaleza, siempre se puede mirar, escuchar e imaginar algo nuevo. 

Valtiberina es una tierra rica en historia y espíritu, que siempre ha estado vinculada a la figura de San Francisco: aquí se encuentra la primera parada del Camino de San Francisco, una peregrinación desde el Santuario de La Verna llega hasta Asís.

El senderismo y los largos paseos son una de las mejores maneras de experimentar y renovar cada vez, en cada estación del año, la sensación de descubrimiento que Valtiberina Toscana ofrece a quienes saben mirarla. Con más de 500 km de senderos donde se puede combinar la historia, el arte y la naturaleza, siempre se puede mirar, escuchar e imaginar algo nuevo. 

Valtiberina es una tierra rica en historia y espíritu, que siempre ha estado vinculada a la figura de San Francisco: aquí se encuentra la primera parada del Camino de San Francisco, una peregrinación desde el Santuario de La Verna llega hasta Asís.

Eventos

En septiembre tiene lugar el Palio de Lumi que termina con la disputa del Fútbol con disfraz: un desafío entre cuatro barrios muy similar al Fútbol Histórico Florentino.
Cada año, a mediados de septiembre, se otorga el Premio Pieve Saverio Tutino: un concurso literario de cuentos autobiográficos.

En septiembre tiene lugar el Palio de Lumi que termina con la disputa del Fútbol con disfraz: un desafío entre cuatro barrios muy similar al Fútbol Histórico Florentino.
Cada año, a mediados de septiembre, se otorga el Premio Pieve Saverio Tutino: un concurso literario de cuentos autobiográficos.

Productos típicos

Las montañas y bosques de Valtiberina son generosos guardianes de sabrosos y deliciosos productos, entre los que destacan las trufas y las setas porcini. De hecho, el valle es una zona particularmente rica en trufas que, según las diferentes especies y calidades, se encuentran casi todo el año y la "búsqueda" de trufas es ahora una actividad tradicional profundamente arraigada en el territorio.
Sin duda la mejor estación para las trufas es el otoño, cuando se encuentra la preciada trufa blanca o Tuber Magnatum Pico.

Las montañas y bosques de Valtiberina son generosos guardianes de sabrosos y deliciosos productos, entre los que destacan las trufas y las setas porcini. De hecho, el valle es una zona particularmente rica en trufas que, según las diferentes especies y calidades, se encuentran casi todo el año y la "búsqueda" de trufas es ahora una actividad tradicional profundamente arraigada en el territorio.
Sin duda la mejor estación para las trufas es el otoño, cuando se encuentra la preciada trufa blanca o Tuber Magnatum Pico.

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