La Villa Schiff Giorgini de Montignoso, rodeada de un frondoso parque, es rica en mármoles blanquísimos, lo que la convierte en una de las más bellas de la zona entre aquellas abiertas al público. A la sombra de sus árboles centenarios descansaron hombres ilustres como Bettino Ricasoli, Massimo D'Azeglio y el célebre escritor inglés William Somerset Maugham, uno de los mayores exponentes de la ficción inglesa de principios de siglo.
La historia de esta villa está estrechamente vinculada con la familia Giorgini, una de las más ilustres de Montignoso, originaria de Lucca. A partir del 1874, la villa sufrió ciertamente reformas, como lo demuestra un diseño encontrado en un cuaderno de gastos, cuya fecha es difícil de precisar.
La Casa Giorgini era, a mediados del Siglo XIX, frecuentada por muchas de las personalidades más ilustres de la época, entre ellas Rosmini. En el 1893 se retiró a Montignoso con su hija Matilde, donde murió en el 1908. Fue Matilde quien restableció su residencia allí tras su matrimonio con Roberto Schiff, un alemán de Frankfurt: en los años anteriores, la villa se había utilizado, de hecho, principalmente como casa de vacaciones y no como vivienda. Matilde intervino en la villa renovándola y mejorándola, contribuyendo así a darle un aspecto noble.
Desde julio de 1944 hasta abril de 1945, las tropas alemanas se mantuvieron en la Línea Góticay resistieron el avance aliado durante nueve meses. Fue durante este período que el comando alemán se estableció en la villa, haciéndola objeto de frecuentes bombardeos y llevando a su mayor degradación. Tras la retirada de las fuerzas armadas, la familia Giorgini retomó la posesión de la villa y comenzó a restaurar el edificio en el 1959.
Las salas de la planta baja de la Villa Schiff-Giorgini albergan el Centro de Documentación de la Línea Gótica, un museo que recoge imágenes, documentos y objetos relacionados con los principales acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial en el territorio de la Riviera Apuana y Versilia.
