La Plaza Aranci en Massa debe su nombre a la doble hilera de naranjos que se plantaron en las primeras décadas del Siglo XIX después de la polémica demolición de la Iglesia San Pietro hecha construir por la Condesa Elisa Baciocchi, sobrina de Napoleón Buonaparte. Inicialmente, los árboles elegidos eran dulces y existían leyes estrictas para evitar que los turistas y transeúntes se apropiaran de los cítricos, que en cambio eran recolectados y donados a organizaciones benéficas.
También Giacomo Leopardi y Giosué Carducci quedaron fascinados por estos árboles, al punto de citarlos en dos respectivas cartas enviadas después de haber visto este lugar encantador de la ciudad.
Con el pasar de los años se ha preferido plantar naranjos, con frutos menos sabrosos pero considerablemente más resistentes a las temperaturas invernales.
En el centro de la plaza se encuentran algunos importantes monumentos como el Obelisco, del año 1853 junto a una fuente monumental construida algunos años más tarde y embellecida por cuatro estatuas de leones, una obra del importante taller de los Isola.
Además, en la plaza se realizan espectáculos y fiestas del lugar como la tradicional Quintana Cybea, una evocación histórica del Siglo XVI que se festeja el primer sábado de agosto.
La joya de la plaza es, sin dudas, el Palacio Ducal, que actualmente es la sede de las oficinas de la Provincia y de la Prefectura. Ha sido edificado a mediados del Siglo XVI por instancias del Príncipe Alberico I Cybo-Malaspina, con el pasar de los siglos ha sido modificado numerosas veces y lo han transformado en un imponente monumento de Massa. La majestuosa fachada que da a la Plaza juega principalmente con el contraste de color entre el rojo cybeo y el blanco de los mármoles y de los estucos.
Más allá de la puerta principal, se abre ante nosotros un gran patio rodeado de columnas, escaleras, logias y portales de mármol. En el fondo encontramos un Ninfeo con una estatua de Neptuno cabalgando sobre las olas. Las dos salas adyacentes presentan techos abovedados pintados al fresco por Stefano Lemmi en el 1702. La gran escalera conduce a la planta principal, donde los salones están precedidos por una galería abierta decorada con columnas de mármol y estucos. Cabe destacar la Capilla Ducal y la escenográfica Alcoba Ducal, que no pueden visitarse porque se utilizan como oficinas de la Provincia y la Prefectura, así como toda la tercera y última planta.
