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Tumba Ildebranda

castle
Edificios históricos

Un majestuoso monumento en la Necrópolis etrusca de Sovana

La tumba Ildebranda se encuentra en la Necrópolis de Sovana, en el Parque Arqueológico de la Ciudad de la Toba, y fue descubierta en 1924. La tumba data de los Siglos III-II a.C. y se considera uno de los monumentos más importantes de todo Etruria.

El nombre del monumento no tiene ninguna relación con el conocido pontífice Gregorio VII (nacido Ildebrando di Soana y que vivió en la Edad Media), pero al no saber nada de la persona que mandó construir una tumba tan imponente y extraña, los descubridores quisieron bautizarla con el nombre del ciudadano más ilustre de Sovana.

La tumba consta de dos partes bien diferenciadas: la Cámara Funeraria y el Monumento Funerario. Ambos fueron tallados enteramente en las paredes de toba y muchos de sus elementos arquitectónicos se han perdido. Sólo gracias a los fragmentos decorativos recuperados durante las excavaciones fue posible realizar una reconstrucción de la obra, construida con el estilo de un templo griego.

Tumba Ildebranda
Tumba Ildebranda

El monumento consistía en un alto podio con dos escalinatas laterales en el cual se alzaban doce columnas que delimitaban un pronaos con techo artesonado y sobre el que se apoyaba el "Coronamiento", la parte ornamental más importante con un friso decorado con grifos, figuras humanas y motivos vegetales. Todo el monumento estaba recubierto de estuco policromado, según el arte decorativo etrusco amante de los colores brillantes.

Techo de la Tumba Ildebranda
Techo de la Tumba Ildebranda - Credit: C. D'Aliasi

La Cámara Funeraria, situada bajo el Monumento, carece de decoraciones importantes y de fragmentos de su ajuar funerario, ya que fue profanada en la antigüedad. Se accede por un dromos central que desciende unos diez metros. Este dromos se cruza con otro a la derecha que desciende por el suelo unos 10 metros para llegar a una tumba del Siglo IV a.C., con un techo decorado con preciados artesonados.

Hoy en día, la Tumba Ildebranda conserva poco de su aspecto original, pero a pesar de ello su encanto sigue siendo notable. Situado en una posición dominante a poca distancia de la Vía Cava del "Cavone", no sólo era una grandiosa obra arquitectónica, sino también un lugar sagrado y, sin duda, un punto de referencia para los caminantes que pasaban por Sovana.