Viareggio: el mar por un lado, los picos blancos de los Alpes Apuanos por el otro, quién no ha visto alguna vez la clásica postal de Viareggio? Pasear por estrechas callejuelas del centro, tomar un helado en el pinar, ir al mar en la Dársena o, un poco más lejos, en la parte más salvaje de la playa,en Lecciona- casi en Torre del Lago; comer pescado en uno de los típicos restaurantes costeros y disfrutar del tiempo en un día con sabor a sal.
Es la ciudad más importante de Versilia, surgida como puerta de entrada al mar de Lucca, debe su nombre a la vía regia, el camino que en la Edad Media iba desde la ciudad de las murallas hasta el mar.
Ha sido fundada en el 1172 cuando Lucca y Génova - aliados contra Pisa - construyeron la fortificación más antigua de la ciudad: la Torre Matilde, que también fue utilizada como baluarte contra los piratas. Alrededor de la torre surgió el barrio original de la ciudad, que creció a lo largo del canal Burlamacca, que es aún hoy el atraque ideal para los pescadores y para los propietarios de embarcaciones pequeñas.
La evolución de Viareggio, de un simple puerto a una ciudad, no fue obviamente rápida. Sólo en el 1819 la Duquesa Maria Luisa de Borbone hizo construir la primera dársena y sólo al año siguiente el pueblo se transformó en una ciudad.
Pero sólo un par de años más tarde, en el 1822, Viareggio ya empezaba a mostrar su vocación como localidad turística: gracias a la permanencia durante sus vacaciones de la hermana de Napoleón Bonaparte - más conocida como Paolina Borghese - Viareggio se convirtió inmediatamente en un lugar de moda, tanto es así que en el 1828 se inauguró el primer establecimiento balneario.
Además del turismo balneario, Viareggio siempre ha satisfecho los gustos de los amantes de las artes figurativas, por ello te aconsejamos visitar los Museos Cívicos de Villa Paolina y las refinadas decoraciones art-déco que caracterizan muchas villas en toda la ciudad.
Se encuentran numerosos encantadores toques de modernismo que son admirables, a lo largo del paseo: la arboleda que costea el mar es el verdadero escaparate de la ciudad.
Entre sus elementos más notables se mencionan ciertamente la Villa Argentina y la Cafetería Margherita - que ha permanecido casi intacta desde que Giacomo Puccini la frecuentaba.
Además, en el centro también puedes visitar el Museo Marítimo, un fascinante recorrido para descubrir la vida y el trabajo de los marineros.
La ciudad también ha dedicado a su evento histórico la Ciudadela del Carnaval un gran parque urbano donde trabajan los maestros del papel maché, los artesanos de Viareggio que construyen manualmente los gigantescas carros alegóricos.
El territorio de Versilia está lleno de playas doradas con localidades balnearias famosas como Forte dei Marmi y Lido di Camaiore. El interior está esparcido de pequeños pueblos y parques naturales para descubrir como la zona del lago de Massaciuccoli y las cumbres de los Alpes Apuanos, donde la presencia de sitios arqueológicos, parroquias románicas, fortalezas y castillos medievales, testimonian la historia de un territorio habitado desde el Neolítico.
Además, las playas de Versilia son una localización ideal donde filmar películas, despreocupadas y alegres, en sintonía con el clima de las vacaciones de verano italianas.
Viareggio es sinónimo de Carnaval: aquí va en escena uno de los eventos más famosos y espectaculares del planeta.
Éste revive cada año el desfile de los carros de papel maché, con espectáculos que atraen a turistas de todo el mundo.
La tradición del Carnaval de Viareggio se remonta al 1873, cuando un grupo de jóvenes burgueses que frecuentaban la Cafetería del Casino tuvieron la idea de realizar un desfile de carros y máscaras a lo largo del paseo marítimo. Desde entonces, por cuatro domingos seguidos, los carros, enormes caricaturas que ironizan con personajes del mundo de la política y del espectáculo, desfilan por el paseo de Viareggio.
Después del desfile la diversión continúa en los barrios: las fiestas que cada fin de semana, durante el período del Carnaval, hacen participar en turno a los cuatro barrios de la ciudad, durante las cuales las calles se cierran al tráfico y se llenan de máscaras, música y bailes.
Una de las zonas más representativas del mundo gastronómico del territorio es el Mercado de Viareggio, un centro de barrio donde puedes adentrarte en los sabores más intensos de la cocina local. En una cadena muy corta, se puede sentir el olor del mar a pocos pasos, fusionándose con el del fragante pescado frito o los espaguetis a la marinara, con salmonete o a la trabaccolara (ragú de pescado mixto). Luego, es indefectible el cacciucco (sopa de pescados).
