En una colina en las fronteras meridionales de Val d'Orcia, surge una de las más espectaculares fortalezas toscanas e importante de Italia: Radicofani
La Fortaleza se puede ver a decenas de kilómetros de distancia, y parece como si se elevase sobre el pueblo con la majestuosidad de quien ha controlado, durante siglos, la frontera entre el Gran Ducado de Toscana y el Estado Pontificio.
Radicofani, un verdadero pueblo-carretera, es una joya por descubrir y ha recibido el premio Bandera Naranja por parte de Touring Club.
El monumento más interesante en el antiguo pueblo es la Iglesia románica San Pietro del siglo XIII, dañada durante la última guerra y reconstruida en el 1946. El interior, con sus bajos arcos góticos, conserva una maravillosa colección de terracotas de los de la Robbia y estatuas de madera, entre las que se distingue una Virgen con el Niño de Francesco di Valdambrino.
Detrás de la iglesia hay una plaza desde la cual se puede disfrutar de una maravillosa vista hacia el sur.
En la carretera principal puedes visitar la Iglesia Sant'Agata, en cuyo altar se conserva otro grande retablo de terracota de los de la Robbia.
También se encuentra el Palacio Pretoriano, un edificio robusto que exhibe con orgullo varios escudos antiguos de piedra.
En los Jardines Maccione hay una estatua dedicada a Ghino di Tacco, un personaje recordado como el Robin Hood de Valle de Orcia, cuyo hogar era el inexpugnable Fortaleza de Radicofani.
La Fortaleza es ahora también la sede del Museo del Torreón, donde se guardan los tesoros arqueológicos encontrados en esta área. Es aconsejable subir hasta la fortaleza, desde aquí se puede admirar un maravilloso panorama que se extiende por todo el Val d'Orcia.
En la antigua Vía Cassia se encuentra el Palacio del Correo, una hermosa villa de los Medici , transformada en aduana y que ha acogido en sus habitaciones a muchos viajeros ilustres.
Siguiendo una calle que pasa a través de los barrancos se llega al pueblo medieval Contignano . Además, puedes visitar el Bosque Isabella, que es un fascinante jardín construido por la familia Luchini a finales del siglo XIX. Odoardo Luchini, un gran conocedor de las ciencias botánicas, se ocupó personalmente de cultivar las plantas provenientes de varias partes del mundo.
El pueblo está atravesado por la Vía Francigena, en la Etapa 36 desde San Quirico d'Orcia hasta Radicofani y en la Etapa 37 para llegar a Acquapendente, la última etapa en Toscana antes de entrar en Lazio.
La tradición culinaria en Val d'Orcia es muy importante y por este motivo en agosto, en la aldea de Contignano, se celebra la Feria del Raviol.
En septiembre se realiza el Palio del Bigonzo, el festival medieval que tiene lugar en el pequeño pueblo de Radicofani. Los cuatro distritos del pueblo compiten con los bigonzi, los antiguos contenedores para transportar huevos, y corriendo por las calles del pueblo llegan a la Plaza San Pedro, donde se declarará el ganador.
Val d'Orcia siempre ha atesorado los dones recibidos de su tierra y las excelencias agrícolas dan testimonio de la pasión y el cuidado del hombre hacia este territorio. Las numerosas certificaciones son una prueba de la tutela de los valores que han hecho famoso a este valle en todo el mundo por sus productos.
La especialidad es la producción de vino, con el Brunello DOCG y DOC Orcia. También produce un excelente aceite de oliva virgen extra, cereales, miel, azafrán y mucho más, con colores, aromas y sabores inolvidables.
