
Loro Ciuffenna
Un pueblo encantador donde todavía funciona el molino más antiguo en Toscana
El nombre único Loro Ciuffenna deriva del prefijo latino laurus (de laurel) y del nombre del arroyo que atraviesa el pueblo, Ciuffenna evidenciado por primera vez en el 1037 como Lofinne y derivado del nombre romano Clufenniusde clara ascendencia etrusca.
El pueblo conserva intacta su arquitectura medieval, cuyos lugares más evidentes son el puente y un antiguo molino, una verdadera atracción del pequeño pueblo. Este molino de agua, todavía funciona y es el más antiguo en Toscana, sigue siendo aún utilizado para pulverizar harina de castaña, un producto típico del lugar. Construido alrededor del año 1100, se caracteriza por estar posicionado sobre una roca a lo largo del arroyo Ciuffenna, justo en el centro del pueblo. Otro de los atractivos del lugar es el palacio del Ayuntamiento, cuyas salas son la sede del Museo Venturino Venturi, donde se exponen las obras del artista nacido en este pueblo: una colección de esculturas en bronce, madera y cerámica.
A pocos kilómetros del centro histórico se encuentra la pintoresca Parroquia San Pietro a Gropina. La lectura de sus capiteles se asemeja a un gran viaje a través de un laberinto de signos y símbolos, que se revelan al visitante a través de una profunda meditación. No te pierdas una visita al pequeño núcleo del Borro, que hasta hace unos años fue la residencia del duque Amedeo d'Aosta.
Loro Ciuffenna está inmerso en un paisaje fascinante desde el punto de vista naturista, especialmente en lo que se refiere a la franja montañosa. Los amantes de trekking explorándolo pueden hacer una parada en el pequeño pueblo Anciolina a una altitud de 933 metros, donde se pueden admirar los fascinantes restos del Fuerte. Si sigues subiendo desde ese punto, también puedes llegar a la Croce del Pratomagnoa una altitud de 1592 metros.

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