En Toscana, además de la Vía Francígena y los más famosos caminos de la Fe, también se encuentra el Camino de San Bartolomeo, un recorrido devocional de unos 100 km que une los lugares dedicados al santo. San Bartolomeo, uno de los doce apóstoles, es el santo patrón de muchos pueblos, entre ellos Cutigliano y muchas iglesias y fiestas tradicionales han sido dedicadas a él .
El viaje comienza en Fiumalbo (provincia de Módena) y termina en Pistoia; y se puede recorrer en cinco etapas, es decir, en cinco o seis días de acuerdo al nivel de entrenamiento del peregrino.
El recorrido se realiza en gran parte por caminos de herradura y senderos, reduciendo al mínimo los tramos de carretera asfaltada, y no presenta dificultades particulares. La señalización de referencia se caracteriza por flechas indicadoras amarillas, mientras que el símbolo es el llamado "Borlengo", hecho tanto de piedra como de madera.
El Camino de San Bartolomeo atraviesa lugares con exuberantes bellezas naturales y vestigios históricos y artísticos: un viaje ideal para quienes buscan el silencio y la reflexión interior.
El Camino de San Bartolomeo inicia en Fiumalbo para luego continuar por Abetone Rivoreta, un pequeño pueblo a los pies de Libro Aperto donde se encuentra el interesante Museo de la Gente de los Apeninos de Pistoia (en el interior del Ecomuseo de la Montaña de Pistoia). Sucesivamente, se llega a Cutigliano, donde se puede visitar la parroquia San Bartolomeo.
Desde Cutigliano se desciende hacia Popiglio, y luego hacia el antiguo Puente de Castruccio y Piteglio. Además, un poco más adelante, en Prunetta, existía un antiguo hospicio llamado "spedale de la Croce Brandelliana", dedicado a amparar viajeros y peregrinos.
Desde Cutigliano hasta Piteglio se encuentra también una variante (descargable aquí) que pasa por Mammiano. Por último, es interesante también la desviación de la "Puerta Lucchese". De hecho, desde Popiglio se entra en el pueblo Vico Pancellorum, hasta llegar a Pieve di Controne, una aldea de Bagni di Lucca.
El camino continúa a través de la naturaleza y los bosques, un área que es particularmente popular en los meses de verano. Se llega a Pontepetri pasando por la localidad Le Piastre donde se puede apreciar la Heladera Madonnina, una estructura del siglo XVIII que se utilizaba para conservar el hielo.
También en este caso existe una variante (aquí el recorrido descargable) que pasa a través de San Marcello Pistoiese (una localidad conocida por su Puente Suspendido que, gracias a una pasarela peatonal, une Mammiano Basso y Popiglio), Gavinana y Maresca (donde todavía se puede visitar la Fundición Papini); la etapa termina, después de pasar Campo Tizzoro, en Pontepetri.
La meta sucesiva es Spedaletto , una pequeña aldea de montaña en el Municipio de Pistoia. Su nombre deriva de la existencia, desde la Alta Edad Media, de una estructura para hospedar peregrinos y caminantes, el hospicio Pratum Episcopi, documentado al menos desde el 1090. La iglesia dedicada a San Bartolomeo y el bello campanario son los restos del antiguo complejo.
La última etapa, pasando por Baggio, termina en Pistoia, en la iglesia San Bartolomeo en Pantano, cuyo friso situado en la fachada inspiró el logotipo del Camino.
En Pistoia, como en todos sus montañas, el culto a San Bartolomeo es particularmente sentido. De hecho, se le considera el Santo Patrón de los niños y las niñas que reciben la bendición en las funciones religiosas el 24 de agosto. El postre típico de Pistoia de ese día es el tradicional collar hecho con grandes galletas llamadas "pippi" sujetadas con un cordón que se alterna con confites y chocolates. También actualmente como en el pasado, los niños llevan la corona de San Bartolomeo alrededor de sus cuellos.