Gracias a la vinoterapia, antigua práctica que utiliza el "néctar de los dioses" para tratamientos relajantes, depurativos y regeneradores, es posible beneficiarse de las extraordinarias propiedades de la uva y la vid. Este ritual surgió de la idea de que la vid, planta símbolo de fertilidad y longevidad, contiene en sus frutos un poderoso concentrado de elementos beneficiosos. Los pueblos mediterráneos ya conocían sus virtudes, pero en las últimas décadas la vinoterapia se ha consolidado como tratamiento de belleza natural científicamente reconocido.
Su eficacia reside en los principios activos que contiene la uva: polifenoles, bioflavonoides, ácido linoleico y, sobre todo, resveratrol, sustancia natural con marcadas propiedades antioxidantes y antiage. Estos elementos, presentes en la piel y las pepitas de la uva, contrarrestan los radicales libres, principales responsables del envejecimiento cutáneo, y estimulan la regeneración celular. Los resultados son visibles tras unos pocos tratamientos: la piel aparece más radiante, flexible y firme, mientras que el cuerpo recupera una sensación de energía y vitalidad.
El aceite de pepitas de uva, obtenido por presión en frío, es uno de los ingredientes más valiosos de la vinoterapia. Rico en vitamina E, omega 6 y sustancias emolientes, se utiliza para masajes nutritivos y reafirmantes que mejoran la microcirculación y aterciopelan la piel. Los baños en vino o mosto de uva completan el ritual, permitiendo absorber los beneficios a través de la piel y dejarse envolver por los cálidos e intensos aromas típicos de los viñedos toscanos.
La vinoterapia no es sólo un tratamiento estético, sino un verdadero recorrido holístico en el que intervienen todos los sentidos: la vista, gracias a los colores rubí del vino; el olfato, estimulado por los aromas afrutados y especiados; el tacto, a través del contacto con sedosos aceites y cremas; y el gusto, con la infaltable copa de vino que acompaña a muchos de estos rituales. La experiencia se transforma así en un ritual de equilibrio y renacimiento, que une el bienestar físico con la serenidad interior.
