Istia es un pueblo suspendido sobre el agua que tiene mucho que contar al viajero observador que le gusta descubrir destinos menos conocidos, lejos del bullicio de la ciudad. Fundado en medio de los remolinos del Ombrone Iscla, el antiguo nombre en honor del islote sobre el que se construyó, narra una gran historia que aún fluye por sus callejuelas y ofrece un paisaje único con sus casas de colores y sus terrazas floridas. Este pueblo, situado a pocos kilómetros del centro de Grosseto, surgió gracias a un vado del río mucho antes del año 1000. En la parte alta se fundó un castillo de los Aldobrandeschi y a orillas del río se desarrolló una estación de tránsito y embarque para los mercaderes, peregrinos y demás transeúntes.
Las dos puertas torreadas son testimonio de este pasado espléndido, cuando el castillo recaudaba impuestos sobre el comercio de la sal en el río Ombrone. Paseando por las callejuelas, se puede contemplar edificios señoriales, el antiguo castillo, la chiesa di Santo Stefano y la del Santissimo Salvatore, iglesia esta última que data probablemente de la época longobarda y conserva obras renacentistas de los siglos XV y XVI, entre ellas una valiosa pintura sobre tabla de Vincenzo Tamagni de 1528 que representa el encuentro entre San Joaquín y Santa Ana en la Puerta Dorada.
Dejando Istia d'Ombrone y siguiendo los senderos de la ribera, se puede llegar a dos lugares interesantes. El primero es la Fattoria Fortificata della Grancia, antiguo monasterio cisterciense que se convirtió en una granja bajo el dominio de la familia Lorena; el otro es Ponte Tura, un bello ejemplo de arqueología industrial del siglo XIX: una catarata que regulaba los niveles de agua del río Ombrone y protegía al campo de las inundaciones, el primer testimonio de saneamiento de la Maremma. Aún hoy, paseando alrededor de esta imponente estructura se puede llegar a la pirámide conmemorativa de la inauguración del canal adyacente al puente, fechada el 26 de abril de 1830. La rica vegetación y los itinerarios a pie y en bicicleta hacen de Istia uno de los destinos turísticos más populares para quienes aman desplazarse lentamente.