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La Abadía de San Galgano
Photo © Sunset - Ramiro Castro Xiques
Photo © Sunset - Ramiro Castro Xiques

Abadía de San Galgano

Edificios históricos

Los fascinantes restos de uno de los monasterios más importantes de Toscana

En Val di Merse, en la zona de Chiusdino, se alzan las majestuosas estructuras de la Abbazia di San Galgano, sede de uno de los más importantes monasterios toscanos erigidos por la orden cisterciense. Esta última, establecida en 1098 en Citeaux (Cistercium en latín), Francia, con la intención de devolver la pureza a la regla de San Benito, se había extendido rápidamente por toda Europa gracias a Bernardo de Claraval. También en su arquitectura, los monjes reflejaron los preceptos benedictinos, marcados por un gran rigor y sencillez de ornamentación, aunque declinaron en la realización de construcciones espectaculares.

La abadía, sugestivamente desprovista de bóvedas y tejado, dialoga con la cercana y más antigua ermita de Montesiepi, construida en el emplazamiento del eremitorio de Galgano.

El registro más antiguo de la presencia cisterciense en Val di Merse se remonta a 1191, apenas diez años después de la muerte del caballero ermitaño de Chiusdino. Pronto las estructuras del asentamiento original resultaron insuficientes y los monjes iniciaron la construcción de la grandiosa abadía a una altitud menor. La construcción duró de 1218 a 1288, pero la fachada nunca se terminó.

La iglesia constituye uno de los ejemplos más interesantes del estilo cisterciense a caballo entre el románico y el gótico, y una de las piedras angulares de su difusión en Italia.

La Abbazia di San Galgano
La Abbazia di San Galgano - Credit: Steven dosRemedios

Entre los siglos XIII y XIV, los monjes de San Galgano desempeñaron un papel clave en la vida política y económica de la cercana Siena, gestionando la Biccherna (oficina de finanzas) y dirigiendo las obras de la catedral de Siena en el momento álgido de su desarrollo. Debido a estas nuevas actividades y a su ubicación remota, la abadía perdió importancia y fue abandonada paulatinamente.
En el siglo XVI, los tejados de la iglesia estaban en ruinas y amenazaban la estabilidad de las cruces, mientras que muchas ventanas estaban rotas y todo el complejo se encontraba en un avanzado estado de deterioro. Entre los siglos XVII y XVIII, en un intento de reanimar su fortuna, fue confiada primero a los vallombrosianos y luego a los franciscanos, sin que, no obstante, llegara a recuperar su antiguo esplendor.
En 1786, durante la misa, el campanario se derrumbó sobre el transepto sur, destruyendo los tejados y partes del complejo: los fieles y los monjes apenas tuvieron tiempo de ponerse a salvo, y estos últimos se vieron obligados a abandonar la abadía y regresar a Montesiepi.
Con el tiempo, la iglesia fue expoliada, perdiendo parte de sus materiales, y reduciéndose gradualmente a unas ruinas románicas de sugestiva grandeza, mientras que el monasterio se adaptaba a usos rurales, y alas enteras se convertían en canteras de materiales de construcción.

En el siglo pasado, para evitar su derrumbe definitivo, el Estado italiano, a instancias del Ayuntamiento de Chiusdino, inició su restauración, dando al complejo su aspecto actual. En la actualidad, la abadía es el centro de un amplio programa de investigación y excavaciones arqueológicas que año tras año desentierran los restos de las estructuras perdidas del monasterio.

La Ermita de Montesiepi

L'Eremo de Montesiepi, la ermita cercana a la abadía dedicada al mismo santo que esta, es un edificio famoso por la única espada clavada en una roca que se conoce en el mundo. Se trata de la espada que perteneció a San Galgano, quien la clavó en la cima de la colina de Montesiepi.

Su corta pero intensa vida eremítica ya había impresionado tanto a sus contemporáneos que el papa Lucio III lo santificó en 1185. Por otra parte, el entonces obispo de Volterra ordenó que se le enterrara junto a la roca que aún custodiaba la espada y que se erigiera una capilla sobre ella. Esta última se construyó con la forma redonda y el efecto dicromático que aún hoy la caracterizan.

La Ermita de Montesiepi
La Ermita de Montesiepi - Credit: Sailko

Las ruinas totalmente restauradas del complejo de San Galgano son actualmente un destino popular y la historia del santo y su espada en la roca nunca deja de sorprender a los visitantes.

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