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Grancia di Cuna

castle
Edificios históricos

El testimonio más antiguo de una fortaleza medieval

La imponente mole, bien identificable gracias al característico color de los ladrillos rojos con los que fue totalmente construida, de Grancia di Cuna es el testimonio mejor conservado de una finca medieval fortificada, así como uno de los complejos arquitectónicos más particulares e interesantes de la campaña de Siena y de toda Toscana.

Ya en el Siglo XII, en la localidad de Monteroni d'Arbia había un "Hospital" que recibía a los peregrinos y mercaderes que viajaban por la Vía Francígena, que superaba estos lugares. Toda la campaña pasó a ser propiedad de Siena durante el siglo XIII, pero la finca situada en "Poggiarelle di Cuna y Castelluccio" fue donada al Hospital Santa Maria de la Scala, una de las instituciones más poderosas de la época. Desde entonces, Grancia se ha convertido en un pequeño pueblo independiente rodeado de murallas, con puertas y torres, casas y en el centro la finca-fortaleza.

En 1314 se construyó el nuevo granero, al mismo tiempo que se reestructuraba la iglesia dedicada a los santos Santiago y Cristóbal. En el Siglo XIV, debido a la fuerte inestabilidad política y militar, el Hospital se vio obligado a fortificar el granero ("grancia" era de hecho el término para los graneros fortificados).

El complejo de Cuna consiste en un gran bloque cuadrado con murallas escarpadas, dos torres de esquina provistas de aparatos defensivos sobresalientes en el frente sur. La entrada principal tenía una rampa que permitía a las bestias de carga acceder a los locales y los graneros internos. Esta era la verdadera finca-fortaleza, rodeada por el primer anillo de murallas del siglo XIV, con la mayor parte de la pasarela de patrulla aún visible, las aspilleras y la galería. Un segundo anillo amurallado, del que sigue intacta la puerta principal, rodea la finca y el pueblo construido alrededor de la misma. 

Cuna fue saqueada en el 1554 por las tropas Austro-hispanas. Durante la segunda mitad del siglo XVI se añadió un techo a la finca y las torres que ha cubierto las almenas preexistentes. La casa patronal, entre los dos anillos amurallados, corresponde al siglo XVII.