La ciudad de Portoferraio, en la Isla de Elba, fue comisionada a mediados del siglo XVI por Cosimo I de Medici, que le dió el nombre de Cosmopoli. Para defenderla de los ataques de los enemigos y de los despiadados piratas, se aseguró de que estuviera impecablemente fortificada y, con su arquitectura militar, la convirtió en un puesto de avanzada inexpugnable en el Mediterráneo.
El proyecto comenzó a tomar forma en el 1548 y fue dirigido por los arquitectos renacentistas Bellucci y Camerini, a quienes más tarde se unió Bernardo Buontalenti. Su diseño ha sido capaz de dar forma a una compleja arquitectura militar perfectamente adaptada a la conformación del terreno de la zona: toda la estructura sube por la Porta di Terra, que en tiempo pasado estaba separada de la isla, para llegar al majestuoso Fuerte Falcone.
Al llegar por mar ya podemos ver este imponente frente y nos queda claro por qué incluso un temido pirata como Turgut Reis ha dado la vuelta una vez que ha visto esta inexpugnable construcción. En efecto, el conjunto forma el llamado Frente de Ataque, que durante mucho tiempo ha defendido la ciudad militar contra los asedios terrestres y marítimos.
Los baluartes de los Medici, junto al Fuerte Falcone, el Fuerte Stella y Linguella, fueron aún más seguros y se convirtieron en un cuartel militar y un excelente punto de avistamiento. Hoy en día se pueden explorar siguiendo un recorrido de unos 500 metros que permite disfrutar de encantadoras vistas del mar.