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Explosión del Carro en Florencia

Explosión del Carro

Folclore

Una tradición popular laico-religiosa y el evento simbólico de la Pascua florentina

El domingo de Pascua, en la Plaza de la Catedral de Florencia, multitudes de florentinos apasionados y de turistas curiosos se reúnen para presenciar la Explosión del Carro, un singular evento popular laico-religioso único en su género, cuyos orígenes se remontan a la época de la Primera Cruzada.

Según la tradición, el valiente capitán florentino Pazzino de' Pazzi, el primero en subir a las murallas de Jerusalén, recibió como obsequio tres astillas del Santo Sepulcro, hoy conservadas en la Iglesia Santos Apóstoles. El ritual del fuego sagrado está vinculado a las tres astillas, encendido con las chispas de su roce y llevado en procesión el Sábado Santo. Con el tiempo, el ritual se amplió introduciendo el transporte en carro y sustituyendo después el fuego con los fuegos artificiales.

El Carro, con un nombre simpático de Brindellone, es una estructura alta y colorida cubierta de escudos y símbolos florentinos, que en la mañana de Pascua sale de su depósito "a medida", un edificio largo y estrecho de Via il Prato. Tirado por pintorescos bueyes y escoltado por el Desfile Histórico de la República Florentina, el Carro llega a la plaza de la Catedral, rodeado de una multitud jubilosa y ruidosa.

Al mismo tiempo, desde la Iglesia Santos Apóstoles, una procesión de sacerdotes y autoridades, abierta por el estandarte de la ciudad y la bandera de la familia Pazzi, se dirige a la Plaza de la Catedral.

A las 11 de la mañana, la "columbina" (un cohete con forma de paloma) parte del altar mayor de la Catedral y, deslizándose por un cable de hierro, cruza toda la nave hasta el Carro, donde provoca el encendido de cientos de humos multicolores, acompañados de silbidos y estruendos, y de la girándula chispeante en la parte superior. Después, la columbina se "dispara" nuevamente a lo largo del hilo para volver al punto de partida. El éxito de su vuelo es tradicionalmente un buen augurio de una cosecha rica y abundante. 

La tradición de la Explosión del Carro está vinculada a otro importante acontecimiento popular de Florencia, el Fútbol Histórico: antes de la Explosión, se realiza el sorteo de los equipos que determina las dos semifinales del torneo.