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El último domingo de agosto, en Montepulciano, la cita es con el Bravìo delle Botti. Es un desafío entre los ocho barrios de Montepulciano: Cagnano, Collazzi, Coste, Gracciano, Poggiolo, San Donato, Talosa y Voltaia, que compiten por una tela o paño pintado empujando cuesta arriba barriles de 80 kg durante un recorrido de 1800 metros.
El recorrido está fijado previamente, los puntos de partida son ocho, dispuestos en dos filas. El barril de cada barrio ocupa la posición que le ha sido asignada en la extracción de la mañana. Al toque de campana de la Torre del Municipio, el juez de salida da la señal que da inicio a la carrera.
Dos hombres, llamados "spingitori", empujan los barriles, mientras el trazado de la carrera se desarrolla por las pintorescas calles del centro histórico del pueblo hasta la llegada, situada en la explanada del Duomo, en la Piazza Grande.
La palabra Bravìo deriva del vulgar "Bravium" que indica la tela pintada con la imagen iconográfica del santo patrón del pueblo, San Giovanni Decollato, en cuyo honor se disputa el "Bravìo delle Botti". El "Bravium" tiene que ser de tela escarlata con un "valor de al menos treinta florines de oro", tal como se recoge en el Estatuto Municipal de 1372, año en el que se dictó un decreto para regular la carrera. En esa época, el "Bravìo" se disputaba a caballo, una tradición que se interrumpió en el siglo XVII cuando fue abolida por razones de orden público.
La historia reciente del Bravìo comenzó en 1974 cuando un párroco, Don Marcello Del Balio, tuvo la idea original de transformar la antigua carrera de caballos en la carrera de barriles. Antes de cada carrera, el domingo por la mañana a partir de las 9.00 horas, tienen lugar, en la Piazza Grande, importantes y evocadoras ceremonias como la extracción del orden de salida de los barriles, el marcado a fuego, la entrega del "Paño de Bravio" por parte del Municipio al Magistrado, la oferta de velas votivas a San Giovanni en la Catedral.
Por la tarde, a las 16 horas, comienza el Cortejo Histórico, evocador desfile compuesto por más de 300 participantes. Finalmente, a las 19.00 horas, después de los toques de la campana del edificio del ayuntamiento, los barriles empiezan a rodar sobre el empedrado desde la salida situada en la columna Marzocco. Después de pocos minutos, el "Bravìo" tendrá su epílogo; solo un barrio podrá celebrar la victoria y tomar el "Panno"; a los demás les quedará solo mostrar la amargura y pensar en el desquite, sin resentimientos y con respeto hacia el vencedor, una historia que se repite desde hace más de seiscientos años.
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