San Casciano es un agradable pueblo medieval encaramado en una colina y es el primer municipio del territorio de Chianti que se encuentra viniendo del norte, una verdadera puerta de entrada a las ondulantes colinas plantadas de viñas que caracterizan la zona.
Un territorio de pequeñas fortificaciones, parroquias y aldeas para explorar, dispersos entre las primeras curvas sinuosas que invitan a continuar el descubrimiento de Chianti.
Propiedad de los Obispos florentinos desde su fundación, San Casciano fue anexado a la República de Florencia en el Siglo XIII, para ser posteriormente fortificado convirtiéndose en un baluarte defensivo utilizado para proteger de los peligros provenientes de la campaña de Siena. Aún hoy se pueden admirar, en el pueblo, los imponentes restos del recinto amurallado y de las torres medievales.
Una vez que se llega al centro histórico del pueblo se puede visitar el Museo Giuliano Ghelli, dentro de la Iglesia Santa María de Jesús. En la sección dedicada al Arte Sacro, deseamos señalar el dosal atribuido a Coppo di Marcovaldo con San Miguel Arcángel y los relatos de su leyenda y de la Virgen con el Niño de Ambrogio Lorenzetti. La sección arqueológica contiene los hallazgos descubiertos en la zona, empezando por aquellos etruscos del siglo VII a.C., como la Estela del Arquero, proveniente de la tumba etrusca de Sant'Angelo a Bibbione.
Entre los monumentos se distinguen la espléndida Colegiata y la Iglesia de la Misericordia (o Santa Maria al Prato), que conserva un interesante patrimonio de obras de importantes artistas de Florencia y de Siena, entre las cuales se distingue un Crucifijo de Simone Martini.
San Casciano se encuentra en la zona que es el símbolo de la producción de excelente vino y cocina de calidad de Toscana, el Chianti. Se trata de un territorio caracterizado por sus empresas agrícolas y bodegas tradicionales, pero también enriquecida por numerosas iglesias, parroquias, castillos y pueblos medievales.
Entre las iglesias te aconsejamos visitar la Parroquia Santa Cecilia en Decimo, en las afueras del pueblo, ya mencionada en un documento de Carlo Magno en el 774 y quizás la más antigua del territorio, la Parroquia románica San Giovanni en Sugana, la Parroquia San Pancrazio, un notable ejemplo de arquitectura románica de influencia longobarda y la Parroquia Santo Stefano a Campoli (del 903), cerca de Mercatale Val di Pesa.
Entre las numerosas villas de las campañas circundantes se encuentran la Villa Collazzi y la Villa Tattoli cerca de Cerbaia, Villa Antinori en Cigliano y Villa Le Corti de los Príncipes Corsini.
En Sant'Andrea in Percussina están la Villa Bossi-Pucci, conocida como el Albergaccio y famosa por la estancia de Nicolás Maquiavelo durante su exilio, y Villa Mangiacane, construida por la familia Maquiavelo y, según algunos estudios, obra de Michelangelo Buonarroti, con añadidos posteriores de Giorgio Vasari.
También se conservan bien algunos de los castillos dispersos en las aldeas del municipio, como el Castillo de Bibbione, construido antes del año 1000, el Castillo de Pergolato y el Castillo de Gabbiano, con sus características torres redondas y muros perimetrales almenados.
En la localidad La Collina está también la Tumba del Arquero, una tumba etrusca que data del siglo VII a.C., dentro de la cual se han encontrado jarrones, tapas y placas de marfil.
Llegando a los testimonios artísticos de los tiempos más modernos, además de las esculturas de Mauro Staccioli que se encuentran entre las colinas, a pocos minutos de San Casciano está la fascinante e innovadora Bodega Antinori, centro de producción y museo, y en sí mismo una obra de arte gracias a su arquitectura única. Entre las obras artísticas e históricas conservadas en el interior: una carta de Giacomo Puccini, cerámicas de la famiglia de la Robbia y pinturas de Lucio Fontana.
El Carnaval Medieval de Sancasciano es el tradicional evento primaveral que recuerda el episodio histórico del Asedio del Castillo de San Casciano por parte de Castruccio Castracani. Entre las actividades que se realizan durante el evento: el Campo Medieval con el Mercado, las Ferias de Ganado, el Tiro con Arco, el Desfile de los Barrios, con cientos de participantes, y las exhibiciones relacionadas con el Asedio.
Como puerta de entrada a Chianti, el territorio de San Casciano es naturalmente rico en productos típicos locales y de ocasiones para participar en degustaciones y visitas guiadas.
No es de extrañar que por aquí pasen muchos itinerarios gastronómicos y vinícolas, que te permitirán profundizar en la tradición culinaria mientras disfrutas de algunos de los paisajes toscanos más famosos y emocionantes.
Por ejemplo, el Camino del Vino Chianti Colli Fiorentini reúne a las bodegas y empresas agrícolas cuyos viñedos producen el DOCG Chianti Colli Fiorentini.
Otro DOCG de la zona es el Chianti Clásico, reservado para los vinos de origen más antiguo, dentro de la gran área de producción del Chianti.
De antigua tradición es también la producción de Aceite de Oliva Virgen Extra Chianti Classico DOP, cuya área, correspondiente a aquella del vino Chianti Classico, puede ser explorada siguiendo el Camino del Vino y el Aceite de Chianti Classico.
