Montemurlo

El centro del pueblo se encuentra en una pintoresca colina y domina de manera escénica el valle subyacente.
En el punto más alto, rodeado por el verdor de su parque secular, surge austero y colosal, el hermoso Fuerte de Montemurlo, del Siglo XIV, la pieza central del sistema de fortificaciones del castillo. Desde los tiempos de la dominación de los Guidi, la villa conserva el aspecto de la fortaleza con la sólida antigua torre almenada, cuya base aún se puede ver en los sótanos de la casa. La severidad del conjunto se ve acentuada por los desnudos bloques de piedra alberese con los que está construido. Todavía podemos imaginar el puente levadizo en lugar de la gran escalera doble que ahora lo sustituye, diseñada por Giorgio Vasari y modificada durante el Siglo XIX, época en la cual la villa ha alcanzado su aspecto actual por obra de la familia Gherardi de Pistoia. 

La suerte de Montemurlo se transformó con el asedio del Fuerte en el 1537 , tras el cual el pueblo paso bajo el dominio estable por parte de los Medici, al igual que el resto de Toscana, y el Fuerte perdió así su función de guardia de fronteras para convertirse en la tranquila residencia señorial que aún sigue siendo.

En la plaza del pueblo se encuentra la Parroquia San Giovanni Decollato. Los primeros vestigios de la iglesia se remontan al año 998, en la época en que Otón III bajó a Italia con motivo de su coronación como Emperador. En la confirmación de las posesiones del obispo Antonino de Pistoia hay una anotación relativa a la parroquia, originalmente de dimensiones muy reducidas. La parroquia está protegida por un imponente campanario, que originalmente era una torre de vigilancia, y que luego, en la primera mitad del Siglo XVI, fue transformada y refinada en el alcance de las obras de ampliación y transformación.
Entrando en la iglesia atravesamos una logia del Siglo XVII, sostenida por columnas de ladrillo con capiteles de inspiración jónica.
La disposición es sencilla, con una sola nave con presbiterio y coro, cubierta de cerchas y cuatro altares del edículo. 

Sin dudas, son dignas de mención las espléndidas villas diseminadas por todo el pueblo, que pertenecieron a las familias florentinas más ricas. Entre ellas, cabe mencionar la Villa Pazzi al Parugiano, Villa Strozzi y la Villa del Barone. 

El Área Natural Protegida de Interés Local de Monteferrato incluye tres grupos de colinas: al norte el Monte Javello, que alcanza los 931 metros y Cavallaie (977 metros), al oeste el Poggio di Becco (504 metros) y al este el Monte Coste (518 metros). Estas colinas forman un anfiteatro natural en cuyo centro, desplazado hacia el sur, se eleva la estructura del Monteferrato, elemento que caracteriza física y simbólicamente toda la zona.
La fauna de Monteferrato es de gran valor, ya que incluye especies de aves y mamíferos que ahora son raras o han desaparecido en otros territorios. Entre los mamíferos hay muchas especies de ungulados, como ciervos, corzos, gamos y jabalíes; mientras que entre los insectívoros se destacan la musaraña y una especie particular de murciélago, el orejudo.

El tercer domingo de noviembre, en Montemurlo se realiza la Fiesta del Aceite, con el fin de recaudar fondos para la recuperación y conservación del Fuerte mismo. La fiesta está dedicada a uno de los productos típicos del territorio y a las tradiciones vinculadas a él.

Otro evento recurrente es la Procesión Histórica que tiene lugar en Montemurlo el último domingo de junio, en recuerdo de la famosa batalla del 1537.

En Montemurlo se pueden encontrar todos los productos típicos del Área de Prato, valorizados y celebrados también por el Camino de los Vinos de Carmignano y de los Sabores Típicos de Prato: vinos DOC y DOCG, pero también aceite, biscotes de Prato y otros productos de panadería, licores, miel, mermeladas, conservas en aceite y encurtidos, carne y embutidos de Cinto Toscano DOP y Calvanina.