La exposición permanente de mayólicas del Palazzo Chigi, en San Quirico d'Orcia, reúne una valiosa colección de cerámicas elaboradas en la zona de Siena en el siglo XVIII. Instalada en la segunda planta, en las sugestivas salas de Alegorías del Otoño y del Verano, la muestra se distingue por la homogeneidad cronológica y la coherencia estilística de las piezas expuestas, casi todas de la primera mitad del siglo XVIII. Las obras proceden en su mayoría de la alfarería Fonte alla Vena de San Quirico d'Orcia, propiedad de la familia Chigi Zondadari, y de diversos talleres de la ciudad de Siena.
Las cerámicas cuentan historias de artesanos del pasado, de manos que trabajaban con amor y destreza, transmitiendo secretos y técnicas de una generación a otra. Son testimonios de un patrimonio cultural que sigue vivo y evoluciona, enriqueciendo con su autenticidad nuestra contemporaneidad.
Cuatro ejemplares fechados, pertenecientes al núcleo principal de la colección, ofrecen importantes referencias cronológicas útiles para contextualizar todo el conjunto: un platillo, pintado predominantemente en verde cobre, con la representación de un pájaro entre la vegetación, fechado en 1714; un gran plato, en monocromía azul, con la representación de una liebre corriendo, fechado en 1727; un plato policromado, con un ramo de flores en el centro, fechado en 1730 y un jarrón de dos asas, con decoración floral policromada, fechado en 1747.
La colección incluye una variedad de tipologías morfológicas y funcionales, representativas de objetos cotidianos en diferentes contextos sociales. En particular, destacan los objetos destinados a la mesa de las familias más adineradas. De ellos, las crespinas —copas con decoraciones que reproducen vainas, utilizadas como frutero y, al mismo tiempo, para embellecer la mesa— son la forma más representada, con no menos de diecinueve objetos.
La mayoría de ellos se caracterizan por sus decoraciones policromas, cuya composición figurativa incluye escenas agrestes, según el gusto de la época, con pájaros, liebres o perros corriendo, pero también putti, conjuntos rurales de casas, ramos de flores o la típica rosa de los vientos, generalmente circunscritos dentro de un redondel o dispuestos en el centro del artefacto.
También forman parte de la colección tres pilas, una completa y dos fragmentadas, utilizadas con frecuencia en entornos domésticos. Dos tinajas pequeñas decoradas con monocromía azul, utilizadas para guardar medicamentos, atestiguan el uso de la mayólica en el ámbito farmacéutico y hospitalario.
Cierran la exposición algunos objetos presumiblemente relacionados con la actividad del conocido pintor romano Bartolomeo Terchi, que durante casi ocho años —desde enero de 1717 hasta los últimos meses de 1724— dirigió la alfarería Fonte alla Vena, que le había confiado la familia Chigi Zondadari. Se trata, ante todo, de un platillo historiado, dos platos ovalados que representan personajes de grabados de Giovanni Battista Galestruzzi (1615-1669) y tres azulejos con los típicos paisajes con caminantes.