Museo Arqueológico de Peccioli
Conociendo los hallazgos del sitio etrusco de Ortaglia y del Área Arqueológica de Santa Mustiola
El Museo Arqueológico de Peccioli alberga los hallazgos descubiertos en el territorio municipal, especialmente en el sitio etrusco de Ortaglia y en el Área Arqueológica de Santa Mustiola, donde se conservan vestigios de asentamientos romanos y longobardos y una pequeña iglesia medieval con cementerio adyacente.
El edificio en el que se encuentra el museo tiene orígenes antiguos, ya que se desarrolla en lo que fueron las bodegas del Castillo de Peccioli y utiliza espacios subterráneos que pueden remontarse a la época etrusca.
Sección etrusca
En el sitio de Ortaglia, a pocos kilómetros al este de Peccioli, se han encontrado vestigios de un complejo santuario, cuyos restos materiales de gran valor artístico lo sitúan entre los centros más importantes de la zona entre los Siglos VI y III a.C.
Los materiales votivos, los objetos relacionados con los ritos litúrgicos, pero sobre todo las cerámicas áticas importadas de Grecia muestran la vivacidad económica y social del complejo. Destaca en la colección el valioso kylix ático de figuras rojas, probablemente atribuible al famoso pintor griego Makron, que trabajó en Atenas hacia 490-480 a.C.
La presencia de asentamientos etruscos en el territorio también queda demostrado por el ajuar funerario proveniente de una tumba helenística hallada por casualidad en Legoli.
Sección romana, tardoantigua y medieval
En cambio, el Área Arqueológica de Santa Mustiola, ha proporcionado importantes datos sobre el asentamiento de época romana que hizo de este lugar un floreciente punto de tránsito comercial entre los Siglos I y III d.C. Los restos del asentamiento romano fueron explotados sucesivamente por los Longobardos que, en el Siglo VII d.C., partieron de Lucca para conquistar Volterra. Finalmente, a partir del año 1000, se construyó una pequeña iglesia en la cima de la colina con un cementerio a su alrededor, en el que se han encontrado tumbas con ajuares funerarios de considerable valor artístico, que cuentan la historia de las aristocracias que tuvieron intereses económicos y políticos en esta zona entre los Siglos XII y XV.
Entre los diversos ajuares funerarios destaca el Cinturón de Isadora, una preciosa artesanía de bronce totalmente restaurada que rodeaba las caderas de esta joven fallecida a mediados del Siglo XIV pero cuya historia ha llegado hasta nosotros.
