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Itinerarios
Una escuela diferente: la experiencia de San Gersolè

En los lugares de Maria Maltoni, la maestra que revolucionó la enseñanza en la campiña florentina

En la Toscana posterior a la Segunda Guerra Mundial se desarrollaron las experiencias educativas más interesantes del siglo XX: la escuela de Maria Maltoni es una de ellas.

El entorno es intensamente rural, San Gersolè se encuentra en la campiña de Impruneta, al sur de Florencia. La maestra Maltoni, que nació y se educó en Emilia-Romaña, se dedicó a la enseñanza de los niños en una pequeña escuela rural de San Gersolè, en el municipio de Impruneta, de 1920 a 1956. Poco amiga de la educación tradicional, enmarcada en un contexto pobre y desescolarizado, introdujo el papel central de la escritura del diario y el uso del dibujo, buscando a través de ello convertir a los alumnos en protagonistas de su propia trayectoria educativa.

1.

Itinerario para descubrir la experiencia docente de Maria Maltoni que comienza con una visita a la Biblioteca Municipal de Impruneta, en Piazza Buondelmonti, donde se conserva el Fondo Maltoni, una colección de material creado por los alumnos y seleccionado por la propia profesora, junto con muchos de sus escritos.

El Fondo consta de un número impresionante de dibujos, realizados por los niños durante sus largos años de enseñanza: unos 1600 cuadernos de ejercicios y unos 600 ejemplares del Giornale di San Gersolè, periódico escrito directamente por los jóvenes alumnos, con números semanales.  El Fondo también cuenta con fotografías, seleccionadas por Maria Maltoni.

Otros documentos se conservan en el archivo histórico INDIRE de Florencia. 

Itinerario para descubrir la experiencia docente de Maria Maltoni que comienza con una visita a la Biblioteca Municipal de Impruneta, en Piazza Buondelmonti, donde se conserva el Fondo Maltoni, una colección de material creado por los alumnos y seleccionado por la propia profesora, junto con muchos de sus escritos.

El Fondo consta de un número impresionante de dibujos, realizados por los niños durante sus largos años de enseñanza: unos 1600 cuadernos de ejercicios y unos 600 ejemplares del Giornale di San Gersolè, periódico escrito directamente por los jóvenes alumnos, con números semanales.  El Fondo también cuenta con fotografías, seleccionadas por Maria Maltoni.

Otros documentos se conservan en el archivo histórico INDIRE de Florencia. 

2.

Si se recorre la carretera provincial Via Imprunetana en dirección a Pozzolatico, durante los cinco km que separan Piazza Buondelmonti de la aldea de San Gersolè, se atraviesa lo que fue el entorno natural de los alumnos de la escuela de San Gersolè: una zona rural, caracterizada por sistemas agrícolas en bancales, que en conjunto conforma un espléndido paisaje agrícola dominado por olivares y viñedos.

Una vez pasada la aldea de Mezzomonte, donde se encuentra la imponente Villa Corsini, se gira a la derecha siguiendo las indicaciones hacia Grassina y San Gersolè; pasada la finca Torre Rossa, se llega al encantador pueblo rural de San Gersolè, que ofrece una espléndida vista de Florencia y del valle del río Ema. Más allá de la Iglesia de San Pietro in Jerusalem, a la izquierda, por la carretera que más adelante lleva a Grassina, se encuentra la nueva Escuela infantil Maria Maltoni, un edificio que, gracias a una reciente remodelación, conserva todavía dos secciones en funcionamiento.

A la derecha, a pocos metros de la escuela infantil, se encuentra el edificio donde estaba el aula en la que enseñaba la Maestra Maltoni: la antigua escuela, que no se puede visitar por dentro, se distingue claramente por la placa conmemorativa de piedra que hay en la fachada.

El método pedagógico de la Maestra Maltoni se basaba totalmente en la objetividad, con un proceso de reelaboración del entorno vital basado en la experiencia real de los niños, plasmada después en diarios y dibujos, acompañados de anotaciones precisas para formar la lógica y reconocer la realidad tras la necesaria observación de los acontecimientos, y no mediante reglas impuestas desde arriba.

Desde una ubicación extremadamente periférica, el "método Maltoni" logró atraer el interés de grandes intelectuales como Francesco Bettini, Giuseppe Lombardo Radice, Giovanni Michelucci, Piero Calamandrei e Italo Calvino.

Si se recorre la carretera provincial Via Imprunetana en dirección a Pozzolatico, durante los cinco km que separan Piazza Buondelmonti de la aldea de San Gersolè, se atraviesa lo que fue el entorno natural de los alumnos de la escuela de San Gersolè: una zona rural, caracterizada por sistemas agrícolas en bancales, que en conjunto conforma un espléndido paisaje agrícola dominado por olivares y viñedos.

Una vez pasada la aldea de Mezzomonte, donde se encuentra la imponente Villa Corsini, se gira a la derecha siguiendo las indicaciones hacia Grassina y San Gersolè; pasada la finca Torre Rossa, se llega al encantador pueblo rural de San Gersolè, que ofrece una espléndida vista de Florencia y del valle del río Ema. Más allá de la Iglesia de San Pietro in Jerusalem, a la izquierda, por la carretera que más adelante lleva a Grassina, se encuentra la nueva Escuela infantil Maria Maltoni, un edificio que, gracias a una reciente remodelación, conserva todavía dos secciones en funcionamiento.

A la derecha, a pocos metros de la escuela infantil, se encuentra el edificio donde estaba el aula en la que enseñaba la Maestra Maltoni: la antigua escuela, que no se puede visitar por dentro, se distingue claramente por la placa conmemorativa de piedra que hay en la fachada.

El método pedagógico de la Maestra Maltoni se basaba totalmente en la objetividad, con un proceso de reelaboración del entorno vital basado en la experiencia real de los niños, plasmada después en diarios y dibujos, acompañados de anotaciones precisas para formar la lógica y reconocer la realidad tras la necesaria observación de los acontecimientos, y no mediante reglas impuestas desde arriba.

Desde una ubicación extremadamente periférica, el "método Maltoni" logró atraer el interés de grandes intelectuales como Francesco Bettini, Giuseppe Lombardo Radice, Giovanni Michelucci, Piero Calamandrei e Italo Calvino.

3.

Sin marcharnos del pueblo, no podemos dejar de mencionar la chiesetta di San Pietro in Jerusalem, pequeña iglesia de orígenes antiguos: la primera mención se encuentra en una bula del papa Adriano IV fechada el 29 de noviembre de 1156 cuando fue confirmada al párroco de Santa Maria in Pineta, posteriormente, en 1204, se menciona una eclessia de S. Irsoleo, como dependencia de los monjes vallombrosianos.  

Solo quedan algunos vestigios del edificio original en la fachada y el flanco sur. A lo largo del flanco norte había originalmente un claustro al que se accedía a través de un portal, ampliado en tiempos recientes.

El interior, de una sola nave, presenta un techo de vigas de madera. Las obras de arte que se conservan son una pintura del siglo XVII de la Virgen con el Niño y una tabla, del mismo siglo, con el Milagro de San Pedro.

Merece la pena completar el itinerario con una visita al pequeño Cimitero de San Gersolè, también en las inmediaciones de la iglesia, el cementerio donde se encuentra la tumba de la Maestra Maria Maltoni, cuya restauración en 2014, 50 años después de su muerte, fue financiada por los antiguos alumnos de San Gersolè, demostrando su gran apego a su maestra.

Sin marcharnos del pueblo, no podemos dejar de mencionar la chiesetta di San Pietro in Jerusalem, pequeña iglesia de orígenes antiguos: la primera mención se encuentra en una bula del papa Adriano IV fechada el 29 de noviembre de 1156 cuando fue confirmada al párroco de Santa Maria in Pineta, posteriormente, en 1204, se menciona una eclessia de S. Irsoleo, como dependencia de los monjes vallombrosianos.  

Solo quedan algunos vestigios del edificio original en la fachada y el flanco sur. A lo largo del flanco norte había originalmente un claustro al que se accedía a través de un portal, ampliado en tiempos recientes.

El interior, de una sola nave, presenta un techo de vigas de madera. Las obras de arte que se conservan son una pintura del siglo XVII de la Virgen con el Niño y una tabla, del mismo siglo, con el Milagro de San Pedro.

Merece la pena completar el itinerario con una visita al pequeño Cimitero de San Gersolè, también en las inmediaciones de la iglesia, el cementerio donde se encuentra la tumba de la Maestra Maria Maltoni, cuya restauración en 2014, 50 años después de su muerte, fue financiada por los antiguos alumnos de San Gersolè, demostrando su gran apego a su maestra.

En 2024, la editorial Florence Art Edition publicó el volumen titulado Maria Maltoni y la escuela de San Gersolè. Una extraordinaria experiencia educativa, escrito por Laura Socci y Silvia Tozzi.

 

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