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Exposición Florencia y Europa. Arte del siglo XVIII en los Uffizi
Photo © Galleria degli Uffizi
Photo © Galleria degli Uffizi

Florencia y Europa. Arte del siglo XVIII en los Uffizi

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Exposiciones

Una selección de 150 obras expuestas en los Uffizi para revivir el Siglo de las Luces

Si la Galleria degli Uffizi de Florencia es conocida en todo el mundo como un cofre de obras maestras del Renacimiento, la exposición "Firenze e l'Europa. Arti del Settecento agli Uffizi" (Florencia y Europa. Arte del siglo XVIII en los Uffizi), abierta hasta el 28 de noviembre, pretende relatar la estética de un periodo cultural menos conocido, como el del siglo XVIII; que coincidió con la transformación de la Galería de los Uffizi, abierta al público en 1769, primer museo moderno de la cultura occidental. 

La exposición está compuesta no solo de cuadros de la Galería y sus almacenes, sino también de esculturas, porcelanas, mobiliario, además del monumental Matrimonio místico de Santa Catalina del pintor francés Pierre Subleyras, recientemente adquirido y restaurado en directo coincidiendo con la exposición.

Las obras de las primeras décadas del siglo XVIII –la época de los últimos Médicis– muestran aún el predominio de los temas religiosos, mientras que los retratos del periodo lorenés (Goya, Le Brun, Mengs) denotan ya un clima ilustrado. Las secciones individuales de la exposición están dedicadas a las escuelas regionales de pintura (obras de Canaletto, Francesco Guardi, Giuseppe Maria Crespi) y a los "Primitivos" (pintores prerrenacentistas), según la metodología del abad Luigi Lanzi, subdirector de la Galería de los Uffizi y "asistente de anticuario" desde 1775, así como fundador de la museografía moderna.

De Jean-Étienne Liotard es la espléndida María Adelaida de Francia vestida a la turca, encarnación del gusto por lo exótico, mientras que otras obras son representativas de la nueva estética prerromántica de lo sublime y del fenómeno cada vez más difundido del Grand Tour. La colección de esculturas antiguas de tema erótico –inspirada en parte en la obra del marqués De Sade, quien por cierto visitó los Uffizi en 1775– atestigua el gran desarrollo que tuvo esta categoría artística en el siglo XVIII.