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Itinerarios
Tres días en la zona de Valdarno

Arte medieval y contemporáneo, una ruta del vino y abundantes recetas de invierno caracterizan esta zona entre Florencia y Arezzo

Situada al norte de Arezzo, al este de Chianti y al sur de Florencia, la región de Valdarno encierra obras maestras, una exquisita ruta del vino y maravillas de la naturaleza que se pierden en el horizonte. De Fra Angelico a los vinos DOCG y DOCG, pasando por pintorescos pueblos medievales, las vacaciones en este lugar no defraudarán a los apasionados de Toscana ni a los neófitos. Hemos preparado un itinerario de tres días para recorrer este extraordinario rincón de la amada región de Italia. Para los que se alojan en Florencia o Arezzo, el itinerario puede dividirse en excursiones individuales de un día, o si prefieren seguir viaje, pueden reservar una habitación en un encantador hotel de uno de los cascos antiguos para un fácil acceso.

1.
PRIMER DÍA
Lo medieval y lo moderno en Montevarchi

Nuestro viaje comienza en Montevarchi, una de las ciudades más pintorescas de Valdarno. Su posición estratégica en una encrucijada entre Florencia, Arezzo y Siena hizo de esta ciudad un motivo de amargo conflicto durante siglos. Afortunadamente, ninguna violencia de este tipo entorpecerá nuestra visita de hoy mientras recorremos sus estrechas calles y plazas. Diríjase a la plaza Varchi, el centro de la ciudad y meta de nuestra primera parada, la Colegiata de San Lorenzo, que alberga un Museo de Arte Sacro. La iglesia del siglo XIII era originalmente de estilo románico, pero su transformación unos siglos más tarde (1706) por Massimiliano Soldani Benzi le dio su aspecto barroco actual. El altar mayor alberga el "Relicario de la Leche Sagrada" del siglo XVII.

Al lado de la iglesia está el Museo de Arte Sacro que conserva varias obras maestras tardo-medievales y renacentistas. Una de ellas es el Templete de Della Robbia del siglo XV, un admirable ejemplo de terracota esmaltada, reconstruido tal como estaba, dentro de la iglesia, antes de ser desmontado a principios del siglo XVIII. En el museo también encontramos un relieve de della Robbia que representa la entrega del "Relicario de la Leche Sagrada", una cruz procesional del siglo XVI del orfebre florentino Piero di Martino Spigliati y una decoración litúrgica, una suerte de cruz de plata pulida hecha en el taller de Benvenuto Cellini.

Saltando varios siglos, el Cassero para la Escultura se precia de tener obras de arte de los siglos XIX y XX. El Cassero, torreón fortificado construido por los florentinos en 1328, hoy conserva más de 2.500 obras de bronce, mármol, yeso, terracota y dibujos, así como fotografías y documentación de época. 

Entre las visitas a los museos y las visitas a los sitios, ¡seguramente querrá disfrutar de la comida y el vino locales! Los que comen carne no pueden dejar de probar el delicioso Valdarno tarese, un tocino protegido por Slow Food, curado al menos durante 90 días y producido en la región de Valdarno - Arezzo. ¡Pase por la carnicería de via Burzagli para disfrutar de un verdadero placer!

Nuestro viaje comienza en Montevarchi, una de las ciudades más pintorescas de Valdarno. Su posición estratégica en una encrucijada entre Florencia, Arezzo y Siena hizo de esta ciudad un motivo de amargo conflicto durante siglos. Afortunadamente, ninguna violencia de este tipo entorpecerá nuestra visita de hoy mientras recorremos sus estrechas calles y plazas. Diríjase a la plaza Varchi, el centro de la ciudad y meta de nuestra primera parada, la Colegiata de San Lorenzo, que alberga un Museo de Arte Sacro. La iglesia del siglo XIII era originalmente de estilo románico, pero su transformación unos siglos más tarde (1706) por Massimiliano Soldani Benzi le dio su aspecto barroco actual. El altar mayor alberga el "Relicario de la Leche Sagrada" del siglo XVII.

Al lado de la iglesia está el Museo de Arte Sacro que conserva varias obras maestras tardo-medievales y renacentistas. Una de ellas es el Templete de Della Robbia del siglo XV, un admirable ejemplo de terracota esmaltada, reconstruido tal como estaba, dentro de la iglesia, antes de ser desmontado a principios del siglo XVIII. En el museo también encontramos un relieve de della Robbia que representa la entrega del "Relicario de la Leche Sagrada", una cruz procesional del siglo XVI del orfebre florentino Piero di Martino Spigliati y una decoración litúrgica, una suerte de cruz de plata pulida hecha en el taller de Benvenuto Cellini.

Saltando varios siglos, el Cassero para la Escultura se precia de tener obras de arte de los siglos XIX y XX. El Cassero, torreón fortificado construido por los florentinos en 1328, hoy conserva más de 2.500 obras de bronce, mármol, yeso, terracota y dibujos, así como fotografías y documentación de época. 

Entre las visitas a los museos y las visitas a los sitios, ¡seguramente querrá disfrutar de la comida y el vino locales! Los que comen carne no pueden dejar de probar el delicioso Valdarno tarese, un tocino protegido por Slow Food, curado al menos durante 90 días y producido en la región de Valdarno - Arezzo. ¡Pase por la carnicería de via Burzagli para disfrutar de un verdadero placer!

2.
SEGUNDO DÍA
Calor invernal en San Giovanni

Nuestro itinerario continúa hacia San Giovanni Valdarno, un ejemplo clásico de las denominadas "ciudades nuevas", con una plaza central y calles porticadas. El arte y la cultura se pueden encontrar a la vuelta de cada esquina de esta ciudad medieval, desde las magníficas iglesias hasta los palacios del gobierno y los impresionantes museos. Nuestra primera parada del día es en el Palacio de Arnolfo. Construido en los siglos XIII y XIV, este edificio albergaba en sus orígenes al consejo cívico y a los representantes de Florencia, que controlaban la ciudad. En efecto, era el centro del poder de Florencia en Valdarno, controlado por un vicario designado: aún hoy la fachada del edificio está cubierta por los escudos de los vicarios (¡son más de 250!). Los aficionados a la geografía no pueden perderse el Museo de las "Nuevas Ciudades", que narra la historia de la fundación de las nuevas ciudades a finales de la Edad Media, un período de crecimiento de la población y del comercio.

El arte contemporáneo se puede encontrar en Casa Masaccio que, contrariamente a su nombre, no conserva obras del maestro del primer Renacimiento, sino que se encuentra en el edificio donde se cree que éste pasó su infancia. El museo contiene la colección permanente del Ayuntamiento de San Giovanni Valdarno, e incluye piezas de artistas italianos como Alighiero Boetti, Giovanni Anselmo, Venturino Venturi y Massimo Bartolini.

Nuestra última parada cultural del día es la Basílica de Santa Maria delle Grazie, construida a partir de un milagro de 1484, cuando una abuela que oraba recibió alimentos para su nieto, cuyos padres habían muerto a causa de la peste. Un pórtico y ventanas en arco decoran la fachada, que está rematada con un frontón triangular y un campanario. Abajo, en el centro, hay una gran terracota policromada de Giovanni della Robbia (1513) que representa la Asunción. En el interior podemos encontrar frescos de finales del siglo XVII de Giuseppe Nasini y Vincenzo Ferrati en las bóvedas, y otros pintados a la izquierda del altar que representan el Milagro de Monna Tanci, presumiblemente de un alumno de Perugino.

Para admirar otros tesoros artísticos, diríjase al museo correspondiente junto a la basílica. Aquí encontrará una maravillosa colección de pinturas del siglo XV de artistas como el hermano de Masaccio, Giovanni di Ser Giovanni, conocido como Lo Scheggia, Giovanni di Piamonte, alumno de Piero della Francesca, y Fra Angelico, cuya obra maestra, La Anunciación, se encuentra en el museo. La colección también incluye algunas piezas del siglo XVII, vestimentas y documentos históricos.

Si la visita se realiza en enero, no se pierda el Palio dello Stufato alla Sangiovannese dedicado al plato más famoso de la ciudad, el guiso San Giovannese, preparado con carne de ternera y verduras picadas. El Palio fue creado para asegurar que la cultura de esta delicia local no se extinga, y cualquiera puede participar, añadiendo a la receta su toque especial para la competencia. ¡Un jurado de expertos y un "voto popular" deciden los ganadores! Para los vinos famosos en cualquier época del año, también puede visitar la encantadora Tenuta San Jacopo, a 15 minutos en coche del casco antiguo. Rodeados de viñedos y vistas espectaculares de la campiña de Montevarchi, se pueden degustar sus siete vinos diferentes, dos tipos de grappa y un aceite de oliva virgen extra.

Nuestro itinerario continúa hacia San Giovanni Valdarno, un ejemplo clásico de las denominadas "ciudades nuevas", con una plaza central y calles porticadas. El arte y la cultura se pueden encontrar a la vuelta de cada esquina de esta ciudad medieval, desde las magníficas iglesias hasta los palacios del gobierno y los impresionantes museos. Nuestra primera parada del día es en el Palacio de Arnolfo. Construido en los siglos XIII y XIV, este edificio albergaba en sus orígenes al consejo cívico y a los representantes de Florencia, que controlaban la ciudad. En efecto, era el centro del poder de Florencia en Valdarno, controlado por un vicario designado: aún hoy la fachada del edificio está cubierta por los escudos de los vicarios (¡son más de 250!). Los aficionados a la geografía no pueden perderse el Museo de las "Nuevas Ciudades", que narra la historia de la fundación de las nuevas ciudades a finales de la Edad Media, un período de crecimiento de la población y del comercio.

El arte contemporáneo se puede encontrar en Casa Masaccio que, contrariamente a su nombre, no conserva obras del maestro del primer Renacimiento, sino que se encuentra en el edificio donde se cree que éste pasó su infancia. El museo contiene la colección permanente del Ayuntamiento de San Giovanni Valdarno, e incluye piezas de artistas italianos como Alighiero Boetti, Giovanni Anselmo, Venturino Venturi y Massimo Bartolini.

Nuestra última parada cultural del día es la Basílica de Santa Maria delle Grazie, construida a partir de un milagro de 1484, cuando una abuela que oraba recibió alimentos para su nieto, cuyos padres habían muerto a causa de la peste. Un pórtico y ventanas en arco decoran la fachada, que está rematada con un frontón triangular y un campanario. Abajo, en el centro, hay una gran terracota policromada de Giovanni della Robbia (1513) que representa la Asunción. En el interior podemos encontrar frescos de finales del siglo XVII de Giuseppe Nasini y Vincenzo Ferrati en las bóvedas, y otros pintados a la izquierda del altar que representan el Milagro de Monna Tanci, presumiblemente de un alumno de Perugino.

Para admirar otros tesoros artísticos, diríjase al museo correspondiente junto a la basílica. Aquí encontrará una maravillosa colección de pinturas del siglo XV de artistas como el hermano de Masaccio, Giovanni di Ser Giovanni, conocido como Lo Scheggia, Giovanni di Piamonte, alumno de Piero della Francesca, y Fra Angelico, cuya obra maestra, La Anunciación, se encuentra en el museo. La colección también incluye algunas piezas del siglo XVII, vestimentas y documentos históricos.

Si la visita se realiza en enero, no se pierda el Palio dello Stufato alla Sangiovannese dedicado al plato más famoso de la ciudad, el guiso San Giovannese, preparado con carne de ternera y verduras picadas. El Palio fue creado para asegurar que la cultura de esta delicia local no se extinga, y cualquiera puede participar, añadiendo a la receta su toque especial para la competencia. ¡Un jurado de expertos y un "voto popular" deciden los ganadores! Para los vinos famosos en cualquier época del año, también puede visitar la encantadora Tenuta San Jacopo, a 15 minutos en coche del casco antiguo. Rodeados de viñedos y vistas espectaculares de la campiña de Montevarchi, se pueden degustar sus siete vinos diferentes, dos tipos de grappa y un aceite de oliva virgen extra.

3.
TERCER DÍA
Explorar Loro Ciuffenna y Castelfranco Piandiscò

La última etapa de nuestra excursión de tres días nos lleva a dos ciudades poco visitadas, donde la autenticidad más pura se siente en el aire. Nuestra primera parada es Loro Ciuffenna, la ciudad natal de uno de los artistas italianos más importantes del siglo XX, Venturino Venturi. Aunque la ciudad es pequeña, cuenta con un extraordinario museo dedicado a su ciudadano más ilustre, ubicado en la antigua casa del escultor. El museo conserva su obra, un archivo, una fototeca y una mediateca. Algunas de las piezas expuestas son Los Ancestros y La Mujer Sentada, mientras que la joya del museo es el taller del artista, conservado exactamente igual que durante la vida de Venturi. El museo es un lugar de peregrinación obligatorio para todos aquellos que quieran aprender más sobre el arte italiano del siglo XX.

Si le queda tiempo antes de ir a nuestra próxima ciudad, le recomendamos que conduzca hasta la Iglesia Parroquial de Gropina, a dos kilómetros de distancia. Esta iglesia del siglo XI es una visita obligada para admirar la arquitectura románica en su forma más rica

Concluimos nuestro itinerario en Castelfranco Piandiscò, una ciudad de cuento de hadas rodeada de lo mejor de la naturaleza toscana. La ciudad cuenta con una gran variedad de estilos arquitectónicos, desde la torre medieval de Arnolfo (todo lo que queda del castillo original), hasta la iglesia de San Filippo Neri del siglo XVII, que conserva obras de los talleres florentinos de Andrea del Sarto y Matteo Rosselli. La obra arquitectónica más famosa que se debe visitar en esta ciudad es, sin lugar a dudas, la Abadía de San Salvatore a Soffena, construida en el siglo XI. Una bula papal expedida por Urbano VI puso la abadía bajo la jurisdicción de la vecina Vallombrosa, y las paredes fueron pintadas al fresco poco después. Las modificaciones barrocas se realizaron a principios del siglo XVIII, cuando los frescos fueron cubiertos y reemplazados por altares y estucos. Los frescos fueron redescubiertos en la década de 1960, y ahora podemos admirar extraordinarias pinturas de maestros renacentistas como Paolo Schiavo, Rieti y Bicci di Lorenzo, así como de Lo Scheggia, que pintó una Anunciación.

Como alternativa a Castelfranco Piandiscò, puede pasar la tarde en Il Borro, una encantadora bodega ecológica a 20 minutos de Loro Ciuffenna, en dirección a Gropina. Aquí podrá experimentar plenamente el alma de Toscana mientras asiste a clases de cocina, participa en la búsqueda de trufas, recorre los viñedos y disfruta de una degustación de los numerosos vinos locales.

La última etapa de nuestra excursión de tres días nos lleva a dos ciudades poco visitadas, donde la autenticidad más pura se siente en el aire. Nuestra primera parada es Loro Ciuffenna, la ciudad natal de uno de los artistas italianos más importantes del siglo XX, Venturino Venturi. Aunque la ciudad es pequeña, cuenta con un extraordinario museo dedicado a su ciudadano más ilustre, ubicado en la antigua casa del escultor. El museo conserva su obra, un archivo, una fototeca y una mediateca. Algunas de las piezas expuestas son Los Ancestros y La Mujer Sentada, mientras que la joya del museo es el taller del artista, conservado exactamente igual que durante la vida de Venturi. El museo es un lugar de peregrinación obligatorio para todos aquellos que quieran aprender más sobre el arte italiano del siglo XX.

Si le queda tiempo antes de ir a nuestra próxima ciudad, le recomendamos que conduzca hasta la Iglesia Parroquial de Gropina, a dos kilómetros de distancia. Esta iglesia del siglo XI es una visita obligada para admirar la arquitectura románica en su forma más rica

Concluimos nuestro itinerario en Castelfranco Piandiscò, una ciudad de cuento de hadas rodeada de lo mejor de la naturaleza toscana. La ciudad cuenta con una gran variedad de estilos arquitectónicos, desde la torre medieval de Arnolfo (todo lo que queda del castillo original), hasta la iglesia de San Filippo Neri del siglo XVII, que conserva obras de los talleres florentinos de Andrea del Sarto y Matteo Rosselli. La obra arquitectónica más famosa que se debe visitar en esta ciudad es, sin lugar a dudas, la Abadía de San Salvatore a Soffena, construida en el siglo XI. Una bula papal expedida por Urbano VI puso la abadía bajo la jurisdicción de la vecina Vallombrosa, y las paredes fueron pintadas al fresco poco después. Las modificaciones barrocas se realizaron a principios del siglo XVIII, cuando los frescos fueron cubiertos y reemplazados por altares y estucos. Los frescos fueron redescubiertos en la década de 1960, y ahora podemos admirar extraordinarias pinturas de maestros renacentistas como Paolo Schiavo, Rieti y Bicci di Lorenzo, así como de Lo Scheggia, que pintó una Anunciación.

Como alternativa a Castelfranco Piandiscò, puede pasar la tarde en Il Borro, una encantadora bodega ecológica a 20 minutos de Loro Ciuffenna, en dirección a Gropina. Aquí podrá experimentar plenamente el alma de Toscana mientras asiste a clases de cocina, participa en la búsqueda de trufas, recorre los viñedos y disfruta de una degustación de los numerosos vinos locales.

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