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Bibola

Desde lo alto de una colina, un antiquísima pueblo domina el valle del Magra

Pocos kilómetros al sur de Aulla, en el valle de Aulella, sobre una colina se encuentra el pueblo Bibola, cuyo origen se remonta, como atestigua su nombre, a la época clásica. En la época bizantina, a principios del siglo VII, el Anónimo Ravennate indicó en su Cosmographia un itinerario que unía una serie de fortificaciones a lo largo del camino de Luni a Lucca y entre estas enumeraba Pulica, Bibola, Rubra (Terrarossa) y Corneda.

Bibola fue probablemente uno de los kastron bizantinos que defendió el puerto de Luni. En la Edad Media estaba unida al cercano castillo de Burcione, hoy desaparecido, y ambos debían controlar una variante de la Vía Francígena. El asentamiento bizantino probablemente se construyó en el lugar donde se encuentran los restos del castillo de los Malaspina y de su torre. A través de señales de humo y espejos era posible comunicarse, de torre en torre, con Filattiera y Grondola y luego con los castillos de Bastia, Monti, Lusuolo y Castiglion del Terziere.

Bibola, ruinas del castillo
Bibola, ruinas del castillo - Credit: Davide Papalini

El castillo de Bibola fue tal vez adaptado en los siglos XI y XII, cuando los Obispos de Luni se disputaban la curia de Soliera. El pueblo fue cedido por los Malaspina en sub-feudo a otros nobles a principios del siglo XIII, mientras que con la paz de Castelnuovo en el 1306, la misma familia Malaspina volvió a tomar posesión del mismo. En el pueblo se encuentra la Iglesia San Bartolomeo que conserva un elegante ingreso con mosaico de inspiración ligure, mientras que las casas, con numerosos pasadizos cubiertos con bóvedas de piedra, se aferran a la fortaleza.

Lunigiana