Vía de los Medici

Un regocijo de maravillas históricas y paisajísticas abre el camino. El itinerario comienza en el Parque de Cascine di Tavola, un área verde urbana de unas 300 hectáreas a las afueras de la ciudad de Prato construida en el Siglo XV por orden de Lorenzo el Magnífico. 

Saliendo del contexto de Prato, nos acercamos a Poggio a Caiano y su espléndida Villa Medici construida a instancias de Lorenzo El Magnífico según un diseño de Giuliano da Sangallo que mezcla magistralmente la arquitectura renacentista con elementos típicos de la arquitectura rural toscana. 

Pero es adentrándose en las hermosas colinas de Carmignano, preludio natural del pueblo de Artimino y tierra del excelente vino Carmignano DOCG, que podemos conocer toda la magnificencia de los Medici. La Villa "La Ferdinanda" se revela en toda su belleza a las puertas de Artimino, al final de la etapa. También conocida como la "Villa de las Cien Chimeneas", fue proyectada por Buontalenti por encargo del Gran Duque Ferdinando I de Medici. Construida como residencia de caza, más tarde se convirtió en una vivienda dedicada al relax y al fermento artístico.

Abandonamos Artimino, no sin antes recorrer un pequeño itinerario circular en las inmediaciones, para descubrir la fascinante Necrópolis Etrusca de Prato Rosello. En el área se han encontrado numerosos hallazgos arqueológicos recogidos también por el Museo Etrusco de Artimino.

Dirigiéndonos hacia Bacchereto, nos adentramos en la naturaleza de Montalbano, armoniosamente marcada por la mano del hombre. A lo largo del itinerario se pueden apreciar varias pequeñas y bonitas iglesias rurales como la Parroquia de San Martino in Campo y la Abadía de San Giusto, llenas de historia y leyendas. La Roca del Diablo, en el Área Arqueológica y Naturalística de Pietramarina, es un enorme monolito de arenisca utilizado probablemente como altar en la época etrusca, cuyo nombre tiene su origen en una huella en la roca que se asemeja a una pata de cabra del diablo. Es un lugar hechizante rodeado de vegetación no muy lejos del final de esta segunda etapa, que es la más exigente de todo el recorrido en cuanto a longitud y desnivel.

Recorremos la cresta de Montalbano caracterizada por una vegetación floreciente que, sin embargo, esconde indicios de presencia humana, sobre todo de origen medieval. Un ejemplo de ello son las ruinas de la Torre de Sant'Alluccio, un complejo rural que formaba parte de la finca del Conde Spalletti, situada dentro del  Barco Real de los Medici. Coto de caza establecido a principios del Siglo XVII por el Gran Duque Ferdinando II de Medici, es una reserva cercada por una circunferencia de unos 52 kilómetros de murallas, de las que hoy pueden verse algunos restos; extendiéndose entre Poggio a Caiano, Carmignano, Artimino, Poggio alla Malva, Bacchereto y Porciano, el itinerario atraviesa gran parte del mismo.

Descendiendo desde la ladera sur de Montalbano, dejamos las zonas boscosas para adentrarnos en las colinas queridas por Leonardo da Vinci y llegar hasta el lugar donde nació. Centrado en el genio indiscutible del Renacimiento, se puede visitar el Museo de Leonardo en el centro histórico de Vinci y la Casa Natal en el campo, a las afueras del pueblo. Aquí termina la penúltima etapa.

La cuarta y última etapa inicia pasando entre paisajes sinuosos esparcidos de viñedos y olivares, con un desnivel bastante suave. 

Algunas subidas y bajadas y Cerreto Guidi abre sus puertas de par en par, mostrando su encantador centro histórico donde se alza imponente la Villa Medici. Joya arquitectónica declarada Patrimonio de UNESCO y extraordinario ejemplo del Renacimiento italiano, la villa fue encargada por el Duque Cosimo I de Medici como pabellón de caza y debe parte de su notoriedad al trágico destino de Isabel de Medici, cuya muerte en la residencia se debate entre la historia y la leyenda.

Continuando nuestro camino, nos dirigimos hacia el epílogo, llegando al encantador pueblo de Fucecchio rodeado de uno de los entornos más especiales y naturalísticamente preciosos de Toscana, las Paludes de Fucecchio. Es la zona pantanosa interna más grande de Italia y está protegida por la reserva natural homónima, que custodia hábitats de gran importancia sobre todo para la avifauna. Y no sólo eso, también protege testimonios de valor histórico como el Puente de los Medici de Cappiano , con el que concluye idealmente este espléndido viaje para descubrir las tierras y la historia vinculadas a la familia Medici.

En las inmediaciones de la Torre de Sant'Alluccio, antigua ruina medieval de la tercera etapa, podrás seguir un hermoso itinerario circular por el territorio de Quarrata. Un área que adquirió más valor a partir de la compra por parte de Francisco I de la Villa La Magia en 1583, pasando a formar parte de las posesiones de los Medici. La cercanía al Barco Real confirmó el prestigio de la villa, demostrado también por el paso del Emperador Carlos V en 1536.

Villa la Magia, restaurada por Buontalenti, presenta una elegante arquitectura renacentista con fachadas decoradas y suntuosos interiores, y está rodeada por un vasto parque con jardines a la italiana y paisajes naturales. Alberga valiosas obras de arte y mobiliario de época que dan fe de su noble pasado e importancia histórica, además de albergar una colección permanente de arte contemporáneo organizada en el Parque Museo de La Magia. Una joya que enriquece el itinerario circular con elegancia y encanto.

El itinerario circular abarca la parte sureste de Montalbano y se asoma por una grande parte del recorrido al Arno, una divisoria de aguas natural que divide las alturas de Montalbano de aquellas de Roveta. El río está bordeado por un cómodo carril bici y peatonal.

A lo largo de los siglos, este territorio ha asistido a la trashumancia del ganado que emigraba desde el Apenino de Pistoia hasta Maremma, y se encuentran numerosos pueblos y joyas históricas. A lo largo del itinerario se interceptan Nave di Camaioni, un lugar estratégico en la orilla derecha del Arno desde donde partían los transbordadores para el paso de mercancías y el transporte de personas, el Castillo de Capraia y el pueblo de Montelupo Fiorentino, donde se puede admirar la majestuosa Villa Ambrogiana de los Medici, residencia favorita de Cosimo III. Además, en el pueblo se encuentra un sistema museístico que involucra la arqueología, el arte contemporáneo y la cerámica. La antigua tradición de artesanía artística de Montelupo tiene sus raíces en el Renacimiento, y también se pueden encontrar pruebas de ello a lo largo del itinerario, como el Horno Pasquinucci.