No sólo un espacio público donde relajarse y charlar alegremente con los amigos, sino una nueva dimensión, una nueva visión, un proyecto internacional. Los bancos gigantes forman parte de una iniciativa sin ganancia para apoyar a las comunidades locales y al turismo en los llamados "destinos menores", pero que no lo son en términos de belleza y riqueza. El Proyecto Comunitario Bancos Gigantes es una idea del diseñador estadounidense Chris Bangle, que se trasladó a la región de Langhe, donde se instaló el primer banco grande.
De tamaño mucho mayor que los clásicos bancos que se encuentran en el parque, se convierten en un símbolo del lugar, una excusa para visitar un nuevo territorio, admirar hermosos panoramas desde un punto de vista inédito; sus desmesuradas dimensiones trasladan a quien se sienta en ellos a una época infantil, cuando con los ojos de un niño todo parecía más grande, transformando incluso la mirada que se abre al asombro.
Ya hay siete bancos gigantes en Toscana, repartidos por los lugares más agradables de la región, aquí te decimos dónde encontrarlos.
Encantador pueblo en el corazón de Garfagnana, en las laderas del Monte Sumbra, Careggine es una de las principales puertas de entrada al Parque Regional de los Alpes Apuanos. Es el primer banco gigante de toda Toscana que se inaugurará en el 2019, y se llega a él siguiendo un camino de herradura que lleva al promontorio panorámico "Dei Monti". Desde el banco gigante amarillo brillante, se puede disfrutar de una de las vistas más sugestivas y salvajes que pueden ofrecer los Alpes Apuanos.
Cuna del arte contemporáneo en Versilia, Pietrasanta no podía faltar la máxima atracción síntesis de diseño, arte y territorio. De un suave color verde y armoniosamente posicionado en el contexto del mirador del Fuerte, a pocos pasos de la Plaza de la Catedral, es el segundo realizado en Toscana y durante algún tiempo fue el único banco gigante con vistas al mar, además de vislumbrar una ciudad de arte.
En el Camino de los Siete Puentes, en Valdarno, se encuentra el pueblo de Re Bocco, en las laderas de Pratomagno. A las afueras del pueblo medieval de Castiglion Fibocchi, una carretera pasa entre pintorescas colinas y robledales, pasando por la antigua Parroquia románica de San Quirico in Alfiano, hasta llegar a una terraza natural donde el banco gigante encuentra su ubicación ideal. Desde aquí se puede disfrutar de la hermosa vista que va desde el valle del Arno y del pueblo hasta la ciudad de Arezzo.
Posicionado en el 2021 en la tierra del Gallo Nero, es el primer banco gigante de Chianti. Encaramado en una colina y rodeado de viñedos, es de color "verde Meleto", como aquel de la etiqueta del Chianti Classico Riserva producido en la empresa vinícola Castillo de Meleto, la casa solariega junto a la que se ha puesto el banco gigante para admirar algunas de las colinas más famosas del mundo.
El pequeño golfo de Calamoresca y un banco gigante para admirarlo. De color amarillo y anaranjado, como los tonos de las maravillosas puestas de sol que se pueden ver desde aquí, el banco gigante domina una de las más bellas playas del Val di Cornia, permitiendo admirar el horizonte y el archipiélago toscano. Situado en un punto panorámico del promontorio de Piombino, marca el punto de partida de la Via dei Cavalleggeri, el itinerario de senderismo entre el cielo y el mar que recorre un antiguo camino militar costero hasta el Golfo de Baratti.
Situado a 1.000 metros de altura, ha sido apodado el "Banco Gigante del Cielo". Este banco gigante está enmarcado por los maravillosos paisajes de Lunigiana. Se llega pasando por el pueblo de Comano, continuando por la carretera hasta el Paso de Lagastrello, entre Toscana y Emilia Romagna. A poca distancia del bonito pueblo de Groppo San Pietro, los colores verdes y amarillos brillantes indican que es hora de sentarse y admirar las montañas de Liguria y el mar del Golfo de los Poetas.
Cerca del pueblo más antiguo de Versilia, en las laderas del Monte Corchia, ocupa su lugar el último banco gigante que ha sido puesto hasta ahora en Toscana. Situado a las afueras de Terrinca, una aldea de Stazzema, precisamente en la localidad de Passo Croce, ofrece un asiento de primera fila al espectáculo natural de los Alpes Apuanos, con el imponente macizo, sus escarpados valles cubiertos por una naturaleza indómita y exuberante y, de fondo, la dorada costa bañada por el Mar de Liguria.
