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La Villa y el Jardín Garzoni
Photo © Villa Garzoni - Foto di be_am25
Photo © Villa Garzoni - Foto di be_am25

La Villa y el Jardín Garzoni en Collodi

castle
Edificios históricos

El hermoso edificio con su jardín italiano donde también vivió el autor de Pinocho

La Villa y el Jardín Garzoni se encuentran en Collodi, en el Municipio de Pescia: aquí trabajó también como jardinero el padre de Carlo Lorenzini, el inventor de Pinocho, quien pasó aquí su infancia y eligió el nombre de Collodi como seudónimo para firmar su libro.
La Villa, llamada "de las cien ventanas", ha llegado intacta hasta nuestros días y tiene un origen muy antiguo: de hecho, fue en el Siglo XIV cuando la noble familia Garzoni, originaria de Pescia, adquirió lo que se denominaba el Castillo, pero no fue hasta el Siglo XVII cuando se realizaron las obras para ampliar y modificar la Villa y el espléndido Jardín.

Villa y Jardín Garzoni
Villa y Jardín Garzoni - Credit: Villa Garzoni - Foto di be_am25
El espectáculo del Jardín
El espectáculo del Jardín - Credit: Villa Garzoni - Foto di be_am25

Las primeras noticias ciertas de la Villa se remontan a 1633, cuando el Marqués Romano Garzoni firmó un proyecto de ampliación del palacio, mientras que el Jardín fue ampliado con terrazas a la italiana ya en 1652. La imponente obra tardó 170 años en completarse, y el trazado final y la espléndida Casa de Verano se deben al genio del arquitecto de Lucca, Ottaviano Diodati, que también incluyó los juegos de agua que aún hoy pueden admirarse en el Jardín.

El Jardín, que se abre como un estupendo teatro, con juegos y triunfos del agua y piscinas grandes y estrelladas, puede situarse al lado de los grandes jardines italianos y de los extensos jardines europeos, con los cuales expresa los importantes ideales post-renacentistas, las rigurosas estructuras geométricas atenuadas por el verdor, la gracia húmeda de las flores, los elementos cómicos, épicos y fantásticos de estatuas, máscaras y fuentes.
Perderse entre las maravillas de este lugar de fantasía es una experiencia absolutamente inolvidable, y una antigua tradición cuenta que la visita trae buena suerte a los enamorados: recorrer el laberinto del jardín es una alusión simbólica al camino que han de recorrer juntos para toda la vida.