¡Svizzera (Pesciatina) en Toscana!

Este primer fuerte, situado en una colina a 110 m. s.n.m., se considera la puerta de entrada a Svizzera Pesciatina. Su nombre deriva de las canteras de piedra de la zona. Pietrabuona fue escenario de sangrientas batallas entre Florencia y Lucca durante la época medieval. Aquí encontrarás una antigua iglesia dedicada a los Santos Matteo y Colombano, en cuyo interior hay dos estatuas de madera policromada del Siglo XV. También es interesante el Museo del Papel, dedicado a la fabricación de papel a partir de trapos, una antigua actividad local.

En esta aldea hay un fuerte conocido por su antigua iglesia dedicada a los santos Sisto y Martino. Construida en el Siglo XV, corona la alta colina boscosa sobre la que se alza el pueblo y se dice que su campanario fue una antigua torre de vigilancia. También hay aquí muchos corrales, utilizados por los lugareños para trabajar y cosechar los productos agrícolas.

El tercer pueblo que se encuentra a lo largo del itinerario está a 424 m. s.n.m. y es uno de los mejor conservados de la zona. Hay algunas pinturas de los Siglos XVII y XVIII y una interesante escultura del Siglo XV que representa a la Virgen Anunciadora.

Situado en una cima desde la que se domina el valle, este fuerte fue escenario de escabrosos combates en el Siglo XV, fue saqueado y destruido en gran parte. En el punto más alto del pueblo se alza la Iglesia San Frediano.

Este antiguo pueblo, encaramado en las laderas del Monte Petritulo, debe su nombre a su fortaleza, antaño llamada "soberana" por su posición dominante sobre el valle. En la actualidad sólo quedan algunas ruinas de la fortaleza. El pueblo tiene una forma elíptica que culmina en la plaza, donde se encuentra la iglesia dedicada a los Santos Pietro y Paolo. Sorana es famosa por la producción de una variedad particular de judía, la Judía de Sorana, que obtuvo la certificación IGP (Identificación Geográfica Protegida) en 2002 y ha transformado la ciudad en un destino gastronómico.

Castelvecchio es conocido por su hermosa iglesia románica, una de las siete fundadas por el Obispo Frediano en el Siglo VI. En el centro del pueblo se encuentra el Oratorio de los Santísimos Rosario, enteramente decorado con las Historias de la Virgen y de Cristo; el fresco es obra de un maestro florentino desconocido y puede fecharse en torno al Siglo XVI.

El pueblo medieval conserva su estructura original caracterizada por pintorescas callejuelas que conducen a la iglesia del castillo de Sant'Ansano. Castelvecchio también es conocido como el pueblo de los heladeros, una tradición originada por Aurindo Ferrari, quien enseñó a los niños del pueblo el arte de hacer helados, dando lugar a lo que más tarde se convertiría en una historia de éxito en todo Italia.

Encaramado en la ladera del Monte Battifolle, a 627 m. s.n.m, este centro histórico marcó durante siglos la frontera entre el Gran Ducado de Toscana y el Ducado de Lucca. Entre las principales atracciones destaca la Iglesia Santa Maria Assunta, situada en una posición elevada y con una arquitectura que recuerda al arte románico. Desde Stiappa, se puede descender al Molino de Fontanone por un sendero llamado "Vía de los Molinos".

Este pueblo está encaramado en la ladera oriental del Monte Battifolle, con una vista panorámica que se extiende por todo el valle. Es conocida por su peculiar estructura urbana que se asemeja a la forma de un abanico. La hermosa iglesia románica de los Santos Andrea e Lucia domina el pueblo y en su interior se encuentran los restos de su antigua estructura y una hermosa pila bautismal del Siglo XV. El centro de San Quirico se caracteriza por sus pintorescas callejuelas que se entrecruzan a través de pequeños túneles bajo los edificios.

Esta última aldea es la "capital" de Svizzera Pesciatina y antaño fue una popular localidad de veraneo. El pueblo goza de una posición panorámica sobre el valle del río Pescia. Es conocida por su Parroquia de los Santos Sisto y Martino, antaño parte de una antigua abadía de monjes benedictinos. En Vellano se encuentra también la única cantera de pietra serena aún en funcionamiento de todo el territorio de Pistoia y el Museo Histórico Etnográfico del Minero y del Cantero, donde se pueden ver las herramientas de trabajo utilizadas en la cantera y una rica colección de minerales.

Es el pueblo más alto del valle (el castillo está a 749 m. s.n.m.) y fue el hogar de los "figurinai", los artesanos de las estatuillas de yeso, cuyos moldes daban vida a personajes de inspiración religiosa en su mayoría, que se vendían por todo Europa. Su singular estructura en forma de abanico es fácilmente reconocible desde cualquier ángulo y lo convierte en uno de los lugares más característicos de todo el valle.